Zapatero se ha tomado muy en serio lo de que la crisis es una oportunidad
Anunciaba y alentaba fusiones: "habrá que colaborar para tener un mapa más racionalizado, más eficaz, más competitivo de nuestras entidades financieras sin que el presidente del Gobierno señale con el dedo a ninguna en concreto". Zapatero, también la semana pasada, en Bruselas: "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona", es necesaria la intervención de lo público. El presidente del Gobierno identifica lo público con lo estatal.
Las declaraciones que Zapatero realizó la semana pasada dan pistas de qué hay en su cabeza. Se ha tomado muy en serio lo de que la crisis es una oportunidad. Ahora ya la crisis no es cosa suya, Estados Unidos es el culpable de todo. Ahora puede recuperar la iniciativa. Los decretos de ayuda a la banca comprometen dinero por valor del 15 por ciento del PIB. No hay redactada ni una sola línea del reglamento con que se van aplicar. Es necesario que el Estado genere confianza. Pero es un despropósito que aumente y ¡de qué manera! el poder del Gobierno sin transparencia ni control. No hay letra pequeña de la que puede ser la mayor intervención estatal en el sector financiero.
Hasta 10 días Montoro trabajó sin descanso para racionalizar el plan. Rajoy le dejó tirado poco antes de la visita a Moncloa. El ex ministro de Hacienda tiene un enfado de cuidado. Ahora el PP se conforma con una genérica reclamación de que las ayudas beneficien a las pequeñas empresas y familias, pero sin empujar con seriedad, sin convicción. La concesión de avales y la compra de deuda a los bancos no pueden ser una facultad absolutamente discrecional de un Gobierno que siempre ha soñado con quitar y poner a presidentes en algunos bancos, y configurar un sector financiero funcional a sus proyectos.