Tres hipótesis en el atentado de Turquía
El presidente de Turquía, Erdogan, identifica en la “inestabilidad de la región” el contexto que origina los numerosos atentados terroristas que están flagelando a las ciudades más importantes de su país, como el de este domingo, con 34 muertos y 125 heridos en Ankara. Tiene razón, pero solo en parte. Es verdad que el vecino conflicto sirio se ha desbordad hasta implicar a los kurdos, y el PKK constituye un factor de desestabilización, sin duda. Tampoco es un misterio que el avance de los elementos fundamentalistas a través de Turquía oculta tramas que afectan a los servicios secretos de medio mundo. Y aquí llegamos a la clave. La ambigüedad de la política de Erdogan con respecto a sus aliados, su atención a los Hermanos Musulmanes en más de uno de los países vecinos, el giro en sentido represivo de su gobierno hacia una auténtica persecución de los órganos de prensa, ¿todos estos factores son totalmente ajenos a lo que está pasando?
Es evidente que el PKK podría estar detrás del último atentado, o también el Daesh, pero no hay que infravalorar al extremismo de izquierdas, que ya ha protagonizado algunos graves episodios en los últimos meses. El gigante turco se enfrenta por tanto a verdaderas pesadillas. Si reacciona por su parte, como parece probable, la situación en la región irá a peor. Es una buena razón para que Europa y Estados Unidos abran con el gobierno de Erdogan un diálogo más sincero y decidido de lo que ha sido hasta ahora. Ser vecinos de Turquía y de su pueblo también significa decir a su gobierno la verdad.
El terrorismo hay que combatirlo sin indulgencia, y para eso hay que invertir en la legitimidad de las instituciones y en la salvaguarda de la democracia. En los túneles donde parece haberse precipitado Turquía, hay que encontrar una vía de salida que no solo consolide la “estabilidad” mediante la intervención de la policía y de los cuerpos especiales, sino que devuelva la esperanza a un país que vuelva a descubrir las razones de la convivencia entre los que son distintos. No depende solo de Erdogan. Aunque también depende de él.