Entrevista a Fernando Savater

Lo razonable es lo que da un motivo para vivir

Entrevistas · Fernando de Haro
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4 marzo 2024
Por su interés publicamos la entrevista realizada por Fernando de Haro en el programa "La Tarde de Cope" al filósofo Fernando Savater.

Fernando Savater  tiene nuevo libro: Carne gobernada. Nuevo libro y ¿nueva vida? 

Me gustaría poder decir que tengo una nueva vida. Pero  tengo una vida bastante gastada ya y que se va, una vida en la que voy invirtiendo ahora muy despacito porque ya queda menos. Es verdad que todavía hay alguna novedad positiva que  he introducido en mi vida.

Este libro comienza con recuerdo de personas que ya no están con nosotros, por ejemplo, hablas de Mikel Azurmendi y le llamas “místico muy divertido”.  

Mikel era un personaje estupendo. Lo traté muchísimos años, en circunstancias difíciles. Era una de esas personas que no solamente era un amigo militante,  de los que tenía uno cuando salía a la calle a luchar. La verdad es que era muy agradable tenerle siempre cerca, era muy simpático, siempre contaba cosas curiosas. Del mundo de la antropología,  que era el suyo, yo sé muy poco y me encantaba oírle y que me contara cosas sobre el asunto. Y luego envidiaba la capacidad de fascinar, porque cuando llegábamos a una editorial, todas las señoritas de la editorial estaban pendientes de Mikel.

Citas a Borges hablando del amor. El que se enamora funda una religión de un dios que se muere.

Él dice que ese dios es un dios que puede fallarnos. Para mí, lo grave fue que mi diosa murió. Es algo que trasciende una pérdida normal. Cuando yo comento con mis amigos mi estado de tristeza permanente desde que murió Sara, esos amigos me cuentan los que les pasó cuando  murió su padre, cuando murió su madre. Eso  no tiene nada que ver. Evidentemente yo, cuando murieron mis padres, que los quería muchísimo, pues sufrí lo que sufrí. Sufrí lo que se sufre cuando pasa algo que está en el programa. Los padres estamos para morirnos. Pero esto no tiene nada que ver.

Lo que no está en el programa es que se muera el amor de tu vida…

La que tú has elegido y la que tú has elegido como destino de tu vida. Cuando uno se enamora la vida deja de ser una vida para algo y se convierte en una vida para alguien. Yo sigo enamorado pero he perdido el objeto presente  de mi amor. Y eso  evidentemente deja en la vida un vacío extraño. Sigo con una sensación penosa. Yo era  ingenuamente alegre. Yo era de los que, como los jilgueros, me despertaba por la mañana gorjeando sin ningún motivo y por pura bobada.

Es curioso que tú que te has dedicado a una filosofía que defiende la razón, no se si te definirías como racionalista, ahora hables de la “religión del amor”

Piensa que no es lo mismo lo racional que lo razonable. Lo racional es lo instrumental. Si tu vives en un octavo piso lo racional es bajar por el ascensor en vez de tirarte por la ventana…

¡Qué buen profesor eres…¡

En cambio lo razonable es lo que nos conecta con los otros.

O sea que no hay contradicción.

No, no. Pero lo razonable es apostar por otras cosas que no sean simplemente razonables. Lo racional es lo que permite resolver los problemas, para hacer las cosas bien. Y lo razonable es lo que da un motivo para vivir.

¿Y por qué dices que no hay consolación en la filosofía?

No hay consolación porque no me devuelve a Sara. Yo no me resigno. Hay gente que dice que el tiempo lo cura todo, cuando en realidad el tiempo no cura nada. Estamos en el tiempo y en el espacio. Pero ni el tiempo ni el espacio nos curan. Es verdad que con  el tiempo uno se acostumbra a estar triste.

El  hecho de que se puede estar ininterrumpidamente triste y encontrando diariamente motivos para renovar la tristeza -recuerdas esto, lo otro- es una sorpresa permanente. Lo vivo como una costumbre. Puedo decir sin exagerar, que no he dejado de llorar ni un solo día por Sara. Y está bien que sea así. Yo no quisiera nunca recordarla sin ese golpe de sufrimiento.

Ya sabes que la consolación ahora se busca en un  cierto estoicismo muy simplificado. Hay que  reducir el deseo, acomodarse. 

Eso es de siempre.

No sé si es posible reducir el deseo 

Son  las modulaciones de la resignación propias de Asia y del budismo. Modulaciones de la resignación. Los seres humanos fingimos que es una gran sabiduría lo que en el fondo no es más que resignación. Hay quien te dice “la vida debe seguir”. La vida va a seguir. Aunque te pase por encima, la vida va a seguir. No le veo especial sabiduría (a lo de la vida va seguir).  En todo caso está el humor, la ironía, buscar los  paliativos del  arte o la amistad, cuando uno tiene la suerte de tener buenos amigos.

A mitad del libro dices: “entonces, como siempre, ocurrió lo inesperado”. ¿Por qué como siempre? 

Cuando era adolescente, mi madre tenía en casa muchos libros de André Maurois que era un escritor muy de señoras y muy  de aquella época. A mí me gustaban mucho,  eran unas biografías estupendas. André Maurois tenía un libro y me gustaba más que el libro el título: Siempre ocurre lo inesperado. Yo  lo convertí casi en un lema: siempre ocurre lo inesperado.

 ¿No es una contradicción? Si siempre ocurre lo inesperado ya no es inesperado.  

Tú esperas lo inesperado, pero no sabes qué es lo inesperado que va a ocurrir. Siempre ocurre lo inesperado quiere decir que esperes lo que esperes, va a ocurrir otra cosa.

En filosofía se suele decir que lo que sucede tiene causas suficientes.

Pero eso  es compatible con lo inesperado porque lo inesperado es que tú no conoces todas las causas imaginarias, imaginables. Algunos deterministas, como por ejemplo Laplace, dicen que si supiéramos en un momento determinado dónde están todos los átomos del universo, podríamos saber exactamente lo que va a ocurrir a continuación y dentro de cien años y dentro de mil. Conocemos tres o cuatro inmediatas, pero no sabemos la gran cantidad de causas que hay por eso lo que va a suceder  para nosotros va a ser inesperado. Quizá para un Dios omnisciente no. Para nosotros (lo que sucede) va a ser inesperado.

¿Por qué ya no lees filosofía? 

Vamos a ver, yo he sido un profesor de filosofía. Estoy agradecido a los que dicen que soy un filósofo. No soy un filósofo,  los filósofos son  Kant o Spinosa. Yo lo que he sido es un profesor de filosofía y me parece bien. Siempre  he pensado que el mundo está lleno de genios, pero hacen falta maestros. Me he dedicado a ser  maestro, es decir, a acercar los grandes pensamientos y los grandes pensadores a los jóvenes. En el momento que me jubilé, hace trece años que me jubilé, ya no me sentía obligado. Ahora, a veces, leo la República de Platón, ahora que ya no tengo que hablarle a nadie de la República de Platón. La leo sólo por disfrutarla.  Pero, en general, ahora ya disfruto de otras cosas. Siempre me ha gustado más la literatura, la poesía, y ahora leo mucha literatura y poesía. O más bien, releo mucha literatura y poesía. En cambio, la filosofía me aburre un poco.

Ahora estás en contacto, lo cuentas en el libro,  con dos adolescentes. Nos quejamos mucho de nuestros jóvenes. 

Lo único de lo que nos quejamos es de la dificultad de conectar con ellos.

Siempre me ha encantado la adolescencia… Pero, ¿por qué tenemos dificultad? Bueno, porque nosotros vivimos, venimos de otro planeta. El  planeta del pasado es otro planeta que ellos no conocen. Por ejemplo, yo vi la televisión por primera vez a los doce años.

¡A los doce años… ¡

Y ahora no es que un chico haya visto televisión, es que no ha visto más que televisión, internet… imágenes. Todo eso crea una mente diferente. Para mí el pensamiento feliz está asociado a  un libro y a poder leer a mi placer. Mi madre me decía – porque yo siempre he sido bastante mal estudiante-: “niño, no leas, estudia”.

Pues si llegas a ser un buen estudiante…

No he sido un buen estudiante. No, ni mucho menos. Pero he leído mucho, eso sí. Me gusta mucho leer. Pero en cambio ahora le dices a un niño “ lee”  y te responde: “pero  si ya he ido al colegio”. Es  como si fuera una obligación. Para mí leer  es el placer más grande que conozco. El primer gran placer que conocí fue la lectura, y tengo la esperanza que sea el último que me abandone.

Cuesta conectar…

Tengo estos dos muchachos a los que adoro, son estupendos, alegres, bueno. Estoy deseando siempre estar con ellos, pero claro, cuando estoy con ellos quiero hablarles de Sherlock Holmes. Y son cosas que no les interesan para nada. Yo les regalo libros. Y ellos, muy cortésmente  me lo agradecen. Uno de ellos, la última vez, en los últimos Reyes, cuando le traje sus libros me dijo en plan malicioso: “antes  los Reyes Magos les traían carbón a los niños malos y ahora les traen libros.

Es otro  planeta ¿ pero hay puntos de conexión? 

Lo paso muy bien con ellos. Y cuando descubres ese punto de conexión te pones contento. Antes teníamos la idea de que el niño tenía que leer, tenía que tal, tenía que cual. Ahora, como no tiene nada que eso, cuando de pronto, casualmente, encontramos un punto de conexión es una alegría extraordinaria.

¿Por qué dices que de todas las necesidades que tiene el alma humana no hay ninguna más vital que el pasado? 

Es  una cosa que dice Simone Weil y yo creo que es verdad. Yo creo que estamos hechos de pasado. A mi edad nadie piensa en el futuro.

Pero si en el presente..

Claro, pero el presente nunca compensa lo suficiente.

¿Por qué?

Necesita un complemento importante, que es el que da el pasado. Para otros es el futuro. Hay gente que vive alimentándose de futuro. Yo desde luego no.

El presente no compensa porque siempre te deja insatisfecho.

Siempre estás insatisfecho porque es lo que hay. Está esa frase tonta que dice que cualquier tiempo pasado fue mejor. O todos podemos recordar tiempos felices. En el tiempo pasado nunca te puede ocurrir nada. O sea, lo que te puede ocurrir es ahora. Me  acuerdo de mis  meses en la cárcel, por ejemplo. Me  acuerdo con nostalgia. Porque, claro, ya no me puede ocurrir nada malo.

El pasado es lo que se posee, lo que ya se tiene.

Lo que tienes ya no te lo pueden quitar. Incluso aunque sea malo, no te lo pueden quitar. Porque ya está. No me acuerdo en qué obra uno de los personajes de Shakespeare dice: “aún no es lo peor de todo si puedes decir “esto  es lo peor de todo”. Si uno puede decir “qué horror lo que me ha pasado,”, ya está. Eso ya no me vuelve a ocurrir.

¿Y cuánto se jodió España, Fernando?

Bueno, vamos a ver. España está muy mal. Muy mal políticamente, efectivamente. Pero mira, todavía en un incendio como el de Valencia hay un conserje que el hombre sube  todos los pisos para avisar a los demás. Esas son las cosas que cuentan. Lo  de Ábalos es una cochinada. Pero el señor que sube a avisar…

Y no se va  corriendo…

Eso todavía pasa aquí. Y a lo mejor en otro sitio no pasa. En cualquier caso, cuando se consideró que cosas como ETA eran la izquierda deseable… eso me parece que fue un desastre. Los que hemos vivido en Hispanoamérica y sabemos lo que es el bolivarismo vimos de pronto que con Podemos entraba en casa y la gente lo veía como una cosa que daba esperanza.  A partir de ahí, todo cuesta abajo.

Esta entrevista se emitió en el programa «La Tarde de Cope«


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