La sinrazón con Garzón
Ciertos comediantes, fieles escuderos de la subvención teatral y cinematográfica otorgada por el Gobierno central, han arropado al juez Garzón en un alarde de "solidaridad" sesgada, actitud que, si bien obedece al libre ejercicio de la expresión, no sigue los dictados cabales de la intachable razón. Si las actuaciones del juez ofrecen o no indicios racionales de criminalidad, ha de decirlo la justicia sin presiones y procesarle si los hubiera.
Por ello, las adhesiones con presencia sindical avaladas por la aquiescencia del rectorado de la Universidad Complutense de Madrid, unidas a la exhibición de banderas republicanas, anticonstitucionales éstas por atentar contra el artículo 4 de la Carta Magna, no cabe duda de que enarbolan la sinrazón más depurada de la autocracia sectaria de la progresía española.