Donde viven los monstruos

Max es un niño que vive con su madre tras su divorcio. Su madre ha comenzado a salir con otro hombre, y Max se siente desplazado y poco querido. Su afán lógico por llamar la atención es causa de fuertes regañinas de su madre. Un día, como consecuencia de un berrinche, Max huye de casa, cruza el mar y llega a una isla poblada por inmensos monstruos de peluche. Allí es nombrado rey y aprenderá lecciones importantes para su vida.
La película quiere ser un cuento sobre la familia y los vínculos, sobre la infancia perdida. Y lo es, pero con tono melancólico que transpira una tristeza y soledad muy grandes. La isla de los monstruos es un lugar metafórico y psicoanalítico que alude a todos los monstruos que uno tiene dentro y a los que debe hacer frente para madurar. Sin duda el aspecto visual del film es interesante y original, pero tanto el guión como el resultado no parecen apropiados para un público infantil.