Crónica de un engaño
La película no es más que la descripción minuciosa y morbosa de cómo un marido va descubriendo la infidelidad de su esposa. A tal punto llega la falsa autoflagelación, que Peter inicia una relación de aparente amistad con el amante de su mujer a fin de conocerle mejor. Sin embargo no hay hondura dramática y todo es pura instintividad epidérmica. El resultado es que el espectador se queda fuera todo el rato, nada le interesa y las situaciones le parecen de todo menos creíbles.
En film es una vía muerta, con aderezos de nihilismo literario, que ni siquiera la talla de los intérpretes es capaz de levantar. Lo que hubiera sido la gran trama del film, la relación de Peter con su hija Abigail, se queda en un mero boceto en bruto. Una ocasión desperdiciada.