Renzi supera dos nuevas mociones de confianza
Renzi había pedido la abstención para que las perforaciones siguieran produciéndose y, así, alrededor de 11.000 trabajadores no pudieran perder su empleo. A pesar de ello, de los 15 millones de los italianos que acudieron a las urnas (el 31% del censo), hasta 13 millones votaron en contra de las extracciones de gas y petróleo. Lo que suponía una clara llamada de atención a un Renzi que en el otoño volverá a consultar a la población sobre el fin del ´bicameralismo perfecto´. En cualquier caso, la consulta no sirvió para nada al no llegar al ´quorum´ necesario.
Ahora, la próxima ´prueba de fuego´ para Renzi serán las elecciones municipales que se celebrarán esta primavera en varias ciudades importantes del país, como la capital, Roma, y la principal ciudad de Lombardía (Milán). Hasta ese momento, el Primer Ministro puede sentirse tranquilo porque lo que ha quedado certificado el día 19 de abril es que dispone de una mayoría sólida tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. En efecto, ese día tuvo que superar dos mociones de confianza en el Senado, una de ellas por un caso de supuesto tráfico de influencias que como se sabe ha derivado en la reciente dimisión de la Ministra de Desarrollo Económico, Federica Guidi. La primera moción, promovida por el Movimiento Cinque Stelle, recibió tan sólo 96 votos a favor y 183 en contra y se presentó porque, según la formación fundada por Grillo y el recién fallecido Casaleggio, el Gobierno estaba sirviendo a las ´exigencias´ de los principales grupos económicos del país.
En el caso de la segunda moción, esta había sido fue impulsada por Forza Italia, la Liga Norte y el grupo Conservadores y Reformistas, pero no le fue mucho mejor: tuvo tres votos menos que la de Cinque Stelle (93) aunque cierto es también que los partidarios de Renzi también fueron tres menos (180). En el caso de la segunda moción, denunciaba el supuesto tráfico de influencias que había salpicado al Ejecutivo y también diversos y heterogéneos temas que iban desde la gestión de la crisis migratoria hasta la situación económica del país. Lo que quedaba claro, en cualquier caso, es que a Renzi en este momento le seguían sobrando votos para salir airoso de cualquier envite en las cámaras parlamentarias. Es más, ha sido capaz de aumentarlos en sus más de dos años de gobierno, ya que, mientras la primera vez que se sometió a la confianza del Senado (cuando presentó su Gobierno, en febrero de 2014), llegó solo a los 169 apoyos, ahora es capaz de aumentar esta ventaja hasta los 183 votos.
No resulta por tanto de extrañar que el Primer Ministro declarara a la prensa: ´Estamos acostumbrados a las mociones de censura, nos hace una cada quince días y, cuando están cansados, una al mes´. Cercano a cumplir 800 días al frente del Consejo de Ministros, Renzi sigue observando un panorama plenamente despejado, con la situación económica (y en particular la financiera) como la única realmente inquietante. Y esa sí que es realmente inquietante, a juzgar por la crisis general que se vive en el continente.