Otra vez Batasuna: de la certeza moral a la jurídica

El argumento no ha prosperado en la sala del 61 del Supremo, ya veremos lo que sucede en el Constitucional. La continuidad entre los antiguos líderes de Batasuna y los de Sortu es demasiado evidente. Pero el voto particular puede haber creado un estado de opinión favorable a que "no se exagere". La segunda lista de Batasuna, Bildu, es más difícil de perseguir. Utiliza como paraguas un partido que ha sido legal, Eusko Alkartasuna, que se convierte, con Alternatiba -una escisión de Izquierda Unida- en la lanzadera de candidatos independientes y desconocidos de la antigua Batasuna. Para impedir que Bildu llegue a los ayuntamientos es necesario que la Policía, la Guardia Civil y los servicios de inteligencia acrediten que esos candidatos supuestamente independientes están vinculados orgánicamente a la antigua Batasuna.
Los informes tienen que ser concluyentes para que la certeza moral pueda convertirse en certeza jurídica. No es imposible si se pone empeño, si se busca el rastro del dinero, si se sabe dar con el origen de donde han partido las órdenes. Para ello hace falta decisión. ¿No tiene sentido, en este contexto, una manifestación de víctimas?