Los últimos coletazos de la bestia

A la primera pregunta respondo rápidamente que aún es posible que se apruebe en esta legislatura, salvo que se disuelvan las Cortes en el mes de septiembre, asunto que sólo Zapatero en estos momentos sabe, y a lo mejor ni él. Lo que no me cabe duda es que si le interesa al PSOE, aguantará hasta el final, salvo que desde el exterior le obliguen a ello, como hace un año le obligaron a tomar medidas económicas drásticas que jamás hubiera aceptado. De momento, lo que se ha conseguido es que se no se acepte el trámite de urgencia, pero si aceleran la tramitación en el Congreso, incluidas las comparecencias de expertos, en septiembre puede estar en el Senado y antes de final de año, su aprobación definitiva en el Congreso.
En cuanto a si realmente es tan importante, en palabras de algún responsable socialista, sin esta ley el proyecto de ingeniería social que ha servido de hoja de ruta en las dos legislaturas quedaría inacabado y, en el fondo, debilitado. Por ello no es de extrañar que en los estertores finales de la legislatura intenten hacer el máximo daño posible.
Esta ley es liberticida y su aplicación potencial a todos los ámbitos de la vida económica, social y cultural queda ya concretada en sus funestas consecuencias educativas.
Para empezar, genera un problema educativo más y no resuelve ninguno, como viene siendo habitual. Actualmente existen colegios privados y concertados de educación diferenciada en toda España. Algunos de los cuales fueron concertados en tiempos de Felipe González. Si se aprueba este ley, sólo serán privados, es decir, sólo accesibles a las clases económicamente altas. En consecuencia más de cien centros educativos y casi cien mil alumnos no tendrán posibilidad de elegir un tipo de educación que las tendencias pedagógicas actuales en distinto países, lejos de abandonarlas, la están potenciando.
La aprobación de esta ley supondrá ignorar todo un entramado jurídico, tanto nacional como internacional, ratificado por España mediante convenios internacionales. A título de ejemplo, la Convención de la Unesco relativa a la lucha contra las discriminaciones en materia de enseñanza, que en su art. 2 dispone que: "no serán consideradas como constitutivas de discriminación la creación o el mantenimiento de sistemas o establecimiento de enseñanza separados para alumnos de sexo masculino y para los del sexo femenino".
En suma, un proyecto legislativo que es sumamente importante para los enemigos de la libertad y para los que quieren a toda costa imponer un único modelo de pensamiento y, por tanto, de sociedad. Pero para los que amamos la libertad y nos importa la educación de nuestros hijos, una grave amenaza.