El Parlamento otorga un amplio apoyo al plan del Gobierno en el tema financiero
En efecto, el Parlamento italiano aprobó este miércoles 21 una partida de 20.000 millones de euros destinada, oficialmente, a ´salvaguardar el sistema bancario´. En la Cámara de los Diputados se lograron 389 votos a favor mientras en el Senado fueron 221 los sufragios favorables: si hubo un aumento de votos respecto a la investidura de Gentiloni, fue porque tanto la Forza Italia de Berlusconi como la ALA de Verdini votaron también a favor. En ese sentido, el Primer Ministro, Paolo Gentiloni, afirmó: ´La intervención del Gobierno se materializará con un apoyo a la liquidez de las entidades y a los procesos de recapitalización´. Lo que por otra parte estaba en línea con lo expresado en su discurso de investidura en el Senado, donde había señalado que el Gobierno intervendría para garantizar la estabilidad de los bancos y los ahorros de los ciudadanos, afirmando que la estabilidad bancaria iba a ser una de sus prioridades como Primer Ministro, durara lo que durara su gobierno
Debemos recordar, una vez más, que las entidades financieras italianas acumulan deudas por un valor de 360.000 millones de euros, lo que supone un tercio de los créditos morosos de la zona euro. Además, se trata de un problema sistémico, ya que, por ejemplo, UniCredit, uno de los dos bancos más importantes del país junto con Intesa San Paolo, anunció la semana pasada una ampliación de capital de 13.000 millones y el despido de 14.000 trabajadores.
El problema es que, dado el actual estado del sistema bancario y con un temor al contagio por medio, hay analistas que consideran que la partida aprobada por el Parlamento es aún insuficiente. Por poner un ejemplo, los analistas financieros de Bloomberg consideran que un fondo de 20.000 millones ´corre el riesgo de ser un paraguas demasiado pequeño´ y sugieren que serían necesarios 52.000 millones. La realidad es que la deuda nacional italiana, que el Gobierno pensaba reducir al 132%, ahora subirá al 134%, y da la impresión de que esto no ha hecho más que comenzar.
Es lo que tiene haber dejado aplazado durante tanto tiempo un problema que arranca del año 2009, cuando la economía italiana se hundió y se concedieron numerosísimos créditos sin garantías de recuperarlos y, ahora, en no pocos casos, las empresas que los recibieron directamente ni existen, por lo que el cobro resulta materialmente imposible. Razón, por otra parte, de más para no convocar elecciones de momento.