Arakawa y Hackman ya descansan en paz

Sociedad · Flavio Clemente
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14 marzo 2025
Nadie asistió a Arakawa en su muerte, Hackman lo tuvo, aparentemente todo, y murió solo. Sin vínculos no somos más libres sino que la vida se convierte en un infierno.

Ya sabemos la probable causa de la muerte del oscarizado actor Gene Hackman y su mujer Betsy Arakawa. Y el resultado es estremecedor. El 26 de febrero, encontraron a Hackman, a Arakawa y a uno de sus perros muertos en distintos lugares de su casa de Santa Fe. Arakawa estaba en el suelo del cuarto de baño, junto a una encimera llena de pastillas. A Hackman se lo encontraron en el vestíbulo, junto a la cocina, cerca de su bastón. Se inició una investigación por lo extraño del caso. Se habló de la posibilidad de una intoxicación por gases o incluso de un suicidio.

Nada de eso. Heather Jarrell, forense jefe de la Oficina de Investigación Médica de Nuevo México, ha explicado que Arakawa, la mujer del actor de 65 años, probablemente murió el 11 de febrero, y que la causa fue el síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad infecciosa poco frecuente provocada por un virus que se propaga principalmente a través de los roedores.

El forense ha asegurado que las pastillas encontradas cerca del cuerpo de Arakawa eran medicamentos para la tiroides y no estaban relacionadas con la causa de su muerte. ¿Qué paso después? Hackman, de 95 años, murió el 18 de febrero, aproximadamente una semana después que su esposa, teniendo en cuenta los registros del marcapasos.

Hackman murió como consecuencia de una enfermedad cardiovascular agravada por Alzheimer. Lo más probable es que el perro muriera de hambre. Nadie asistió a Arakawa en su muerte, Hackman murió solo. ¿Qué pasó por el corazón y la mente de Hacmank durante esa semana? Los enfermos de Alzheimer conocen y siente, conocen y siente de un modo diferente, pero conocen y sienten. Hackman lo tuvo, aparentemente todo, y murió solo. Nadie echó de menos a su mujer esa semana, nadie supo que él estaba desasistido.

Vivimos en tiempos de barbarie, cortamos todos los vínculos porque queremos ser libres y lo que nos queda entre las manos es un infierno. La historia del actor y de su mujer no podía acabar como una negación tan radical del destino de felicidad para el que habían nacido. Con toda propiedad se puede decir que Arakawa y Hackman han pasado a mejor vida. Descansen en paz.

 


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