Aborto: derrota parlamentaria, victoria cultural

Cuando hace un año se puso en marcha la subcomisión que estudió esta cuestión, la crítica a la pretensión del Gobierno de convertir el aborto en un derecho era casi políticamente vergonzante. Pero este jueves hemos visto a un PP que se ha mojado. La diputada Sandra Moneo ha realizado una apasionada y precisa intervención. Moneo ha utilizado los argumentos del Consejo Fiscal: la regulación que quiere sacar adelante el Gobierno es propia de los viejos países comunistas en los que el aborto era un sistema anticonceptivo. Casi todos los diputados de CiU, que tenían libertad de voto, han votado contra el Gobierno, uno ha votado con Zapatero y otro se ha abstenido. Y hasta Rosa Diez, que siempre está muy atenta a la sensibilidad de los electores pero que es pro-abortista, ha criticado el nuevo derecho.
La pobreza de los argumentos de la ministra Aído ha sido astronómica. ¿Qué ha cambiado en el último año? Ha habido una sociedad civil que ha sabido movilizarse de forma constructiva y que ha conectado con la opinión pública. El Gobierno ahora parece dispuesto a suprimir el aborto de menores sin consentimiento paterno porque se lo pide el PNV y sería muy llamativo que sólo sacara adelante la reforma con 6 ó 7 votos de ventaja. En cualquier caso se puede decir que se ha producido una derrota parlamentaria pero se ha escenificado una victoria cultural.