`La revolución religiosa de Al Sisi es lo único que puede frenar al Isis`
“Lo que detendrá al Isis no serán las bombas occidentales, sino solo la revolución religiosa invocada por el presidente egipcio Abdel Fattah Al Sisi”. Son palabras del padre Samir Khalil Samir, jesuita egipcio y uno de los principales expertos del mundo islámico. En un discurso del pasado mes de enero, el presidente Al Sisi invitó a los docentes de la facultad teológica más antigua del mundo islámico a realizar “una revolución religiosa”, abandonando el radicalismo y abrazando una lectura más moderada del Corán. Pero un reportaje de la agencia Reuters ha mostrado cómo entre los clérigos de Al-Azhar abunda un fuerte escepticismo ante la invitación de un presidente conocido por ser musulmán prácticamente, pero también por haber usado la violencia contra los Hermanos Musulmanes.
¿El intento de Al Sisi de dar un impulso político a una reforma del islam que parta de Al-Azhar puede tener éxito?
Sí. Al-Azhar es una facultad de teología islámica. Quien la financia y paga el sueldo del rector y de los profesores es el Estado egipcio, y por tanto sus líderes deben obedecer al presidente. El rector Ahmed al-Tayyeb es una figura relativamente abierta a la modernidad, pero la enseñanza de la teología por parte de la mayoría de los profesores parte de una base puramente mnemotécnica. Por tanto, no se aprende a reflexionar, y este sistema educativo es la principal causa del retraso de Egipto.
¿El fanatismo religioso nace de raíces culturales?
Sí. El 40% de la población egipcia es analfabeta, y muy pocos del 60% restante saben reflexionar. Todas las materias escolares, incluidas la religión y la filosofía, se aprenden exclusivamente de memoria. De lo que ha hablado Al Sisi es por tanto una revolución cultural en el modo de pensar, que llevará décadas, y precisamente por eso es indispensable empezar ya.
¿Qué papel puede tener Al-Azhar ante un problema tan complejo?
El papel de Al-Azhar en esta revolución es fundamental. Lo único que aprende el 40% de los egipcios formado por analfabetos es la predicación del viernes que se retransmita en todas las casas. La invitación del presidente Al Sisi a los miles de predicadores del país es a que piensen en el papel del islam dentro del contexto de la sociedad moderna.
¿Es una revolución compatible con los preceptos fundamentales del islam?
Sí. Lo paradójico es que la interpretación de los predicadores actuales es mucho más atrasada que la del medievo islámico. En el siglo IX, la escuela de pensamiento de los mutazilíes afirmaba que el Corán es un texto creado por un autor humano, y que por tanto puede ser interpretado por la razón. A ellos se contraponían los teólogos que afirmaban que el Corán es en cambio un texto divino e increado. Es un debate que ha durado siglos, pero hoy día es impensable afrontarlo, porque cualquiera que retome estos argumentos será condenado como ateo y hereje.
¿No se trata en el fondo de un debate puramente teórico?
No. En Youtube se pueden encontrar miles de videos de predicadores que invitan a sacrificar la vida como los muyahidín, para ir al Paraíso donde, como afirma el Corán, encontrarán corrientes de agua fresca y mujeres que serán vírgenes toda la eternidad. Sin embargo, en el medievo islámico, siglo XI, el filósofo persa Avicena afirmaba que después de la muerte no hay cuerpo, sino solo espíritu.
¿Y entonces?
Avicena añadió que la descripción del Paraíso en las páginas del Corán no es literal, sino que refleja las imágenes metafóricas con las que una persona nacida en el desierto sueña con el Paraíso. El problema es que ninguno de los predicadores de hoy realiza la distinción de Avicena más de mil años después, todos realizan una lectura únicamente literal. Bastaría por tanto con Avicena para desmontar toda la propaganda del Isis.
¿En eso consiste la revolución religiosa de la que habla Al Sisi?
Superar esta lectura del Corán es la revolución que piden el presidente Al Sisi y cientos de miles de musulmanes doctos. Todos afirman que hasta que no haya una revolución del pensamiento no encontraremos la paz en el mundo árabe. Occidente puede multiplicar sus ataques aéreos contra el Isis, esperando que alcancen la mayor precisión posible y no afecten a los civiles. Pero no es esto lo que detendrá el avance del califato, porque el verdadero problema está al nivel del pensamiento. Cuando se critica al Isis por sus asesinatos de personas indefensas, sus militantes responden: “Así se ha hecho en la historia islámica desde sus orígenes”.