´La prioridad debe ser el acuerdo de alto el fuego´
“Assad es la única autoridad legítima en Siria en este momento. Alejarle significaría el caos”. Es una afirmación del premier ruso, Dimitry Medvedev, en una entrevista emitida en EuroNews. Este domingo Putin y Obama hablaron por teléfono para intensificar su cooperación en Siria de cara al alto el fuego de la próxima semana. Pero mientras tanto Damasco acusa a Ankara, afirmando que 12 carros armados y cien militares turcos habrían entrado en territorio sirio. Hablamos con el padre Samir Khalil Samir, jesuita egipcio y uno de los mayores expertos del mundo islámico.
¿Hasta qué punto coinciden los planes de Estados Unidos y Rusia para Siria?
Estados Unidos ha afirmado que primero habría que eliminar al presidente Assad, para luego poder llegar a una solución. Es una posición muy distinta de la de Rusia. Todo empezó con un movimiento crítico de Estados Unidos, según el cual el gobierno de Damasco habría bombardeado Alepo para eliminar a la oposición moderada. La gente huye de Alepo porque de momento no ve solución alguna. Por otro lado, la oposición no se ha unido, de hecho está formada por varios grupos terroristas. Los rebeldes se han aliado concreta y realmente con varios grupos terroristas que llegan de otros países y tienen el apoyo de potencias extranjeras.
¿Usted está de acuerdo en que antes de empezar el proceso hay que deponer a Assad?
No. Afirmar que antes hay que deponer a Assad es un error, pues no haría más que acrecentar el caos. Rusia no entra en este juego porque apoya claramente a Assad y está intentando alcanzar una alianza contra el Isis. El principal problema para Siria e Iraq en este momento es la existencia del Daesh. El califato se financia en parte gracias al petróleo, y en parte recibe dinero de países árabes como Qatar y Arabia Saudí. Las armas le llegan desde fuera, a través de países amigos de Estados Unidos y Occidente. La situación del Isis por tanto es muy ambigua.
¿En qué sentido?
Por un lado el estado islámico tiene apoyos de Occidente mediante países como Arabia Saudí y Qatar, cuyo objetivo es contraponerse al islam chií. Siria e Iraq en cambio están gobernados por líderes chiítas.
¿Usted cree entonces que Assad no es un dictador?
Sin duda Assad es un dictador. Pero el mayor mal en este momento es la falta de gobierno por la presión de los grupos terroristas. Una solución de paz, con un acuerdo entre Rusia, Estados Unidos y otros países, no puede ser más que positiva. Pero el plan común no puede establecer como primer punto la deposición de Assad, porque eso aumentaría el desorden y el avance del Daesh. En cambio es mucho más razonable si en una primera fase se efectúa el alto el fuego, dando a las instituciones un tiempo determinado para reorganizarse, y luego se celebran elecciones para elegir al nuevo presidente.
¿Es posible una paz duradera?
Para preservar la paz es necesario un acuerdo entre varios países contra el Daesh y a favor de un alto el fuego que respeten tanto el gobierno como la oposición. El problema en la fase actual no es realizar reformas políticas en Siria sino salvar a millones de inocentes que se encuentran en una situación desastrosa. Estas familias no tienen casa, agua, alimento, y eso recae también sobre los hombros de Europa, antes que sobre los de Rusia y Estados Unidos.
¿Hay que privilegiar el aspecto humanitario?
Por supuesto. Desde la Segunda Guerra Mundial, en Oriente Medio nunca se había visto una tragedia comparable a todas estas migraciones que no tienen de qué vivir, y ya se cuentan más de 250.000 muertes. La prioridad debe ser por tanto un acuerdo para el alto el fuego, y para que eso suceda hace falta una alianza que implique al mayor número posible de países.