La nueva fuerza que ha derrotado a Erdogan en Turquía
La derrota de Erdogan en Turquía ha sido dura, tanto que esta vez ha sido él quien ha denunciado un fraude electoral exigiendo un recuento de votos, sobre todo en Ankara, la capital de país, que ha pasado a la oposición después de 25 años. Pero no solo Ankara. La oposición laica ha ganado en las principales ciudades turcas, desde el centro industrial de Adana al turístico en Antalya. Pero, sobre todo, pierde Estambul. Hablamos con la periodista turca Nihil Batdal.
¿Ya se ha confirmado la derrota en Estambul?
Por lo que dicen hasta las agencias estatales, en Estambul, aunque por pocos miles de votos, ha ganado el candidato del partido republicano, Ekrem Imamoglu. Es un dato de enorme importancia. El propio Erdogan dijo en campaña que perder Estambul significaba perderlo todo.
Estas grandes victorias en los principales centros metropolitanos, ¿eran esperadas o ha sido una sorpresa?
La gente no se lo esperaba, muchos ni siquiera han ido a votar porque ya están desilusionados y empiezan a pensar que es imposible hacer algo contra un gobierno que lo controla todo. Por suerte, ha habido mucha gente que ha votado de todas formas, a pesar de estar segura de que la victoria no era posible. La gente era muy pesimista.
Entonces la sorpresa ha sido doble, pero en Anatolia y en la Turquía rural Erdogan ha ganado. ¿El país está dividido después de estas elecciones?
La pérdida de las grandes metrópolis supone una gran pérdida, el propio Erdogan empezó su carrera política como alcalde de Estambul, le interesaba especialmente mantener su control. La pérdida de Ankara es también muy importante, era algo que no pasaba desde hace muchos años. Pero no diría que la nación está dividida en dos, como dice el gobierno.
¿Qué importancia ha tenido en estas elecciones la profunda crisis económica de Turquía y el voto anti-Erdogan?
La crisis económica es el principal motivo de esta victoria, pero la novedad que nos muestran estas elecciones es que se han unido dos fuerzas. El voto político anti-Erdogan no bastaba para conseguir el cambio que se ha logrado, se ha unido la clase intelectual y cultural con la clase medio-baja que necesita un bienestar económico. Las dos cosas juntas han dado lugar a esta victoria.
Erdogan ya ha dicho que habrá que esperar a las próximas elecciones dentro de cuatro años, mientras que en Turquía siempre se ha votado una vez al año, ¿es señal de que el presidente está asustado?
Sí, porque cuando uno tiene miedo al cambio obviamente prefiere la estabilidad. Se votaba una vez al año para confirmar su poder, en cambio, ahora que sabe que corre el riesgo de perderlo todo prefiere espaciar el voto cada cuatro años, con la esperanza de recuperar apoyos.
¿Se puede decir que Turquía asiste por fin a un cambio inesperado?
Estas elecciones son un gran signo que nos da mucha esperanza, la gente pensaba que ya no se podía hacer nada. Otra señal significativa es que en Turquía existen muchos partidos con ideas diferentes pero esta vez todos se han unido, hemos visto incluso a gente profundamente religiosa que ha llegado a votar por un alcalde comunista. Ha llegado por fin lo que el gobierno no quería, la colaboración de grupos políticos distintos que desean lo mismo, superando así las diferencias entre sí.