La estafa Madoff, también en España
Los clientes del banco de Botín van a perder hasta 2.300 millones de euros, contrataron participaciones a través de la filial Optimal Investment Services. Durante años la firma Madoff fue símbolo de prestigio y de alta rentabilidad para los grandes patrimonios. Mientras otros gestores perdían o conseguían, a duras penas, las mismas rentabilidades que las letras y los bonos, Madoff superaba a todos.
La SEC, que tiene tareas semejantes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, no ha sabido descubrir a un estafador clásico que operó durante décadas como alguien prestigioso. Desde que estallara la crisis de las subprime se ha hecho evidente que las autoridades supervisoras han ido por detrás de los estafadores o de los irresponsables que colocaban activos tóxicos como si fueran activos sanos. Pero no es sólo un problema de policía. Es una cuestión cultural de fondo: se ha alimentado la expectativa de que la economía financiera se había hecho autónoma y había superado, en determinados ámbitos, a la economía productiva.
Esta crisis va a dejar a mucha gente en la calle pero esperemos que destruya el espejismo de que el dinero genera más dinero a velocidades de vértigo, siempre, y sin tener en cuenta ni la productividad real ni el trabajo. La realidad reaperece, esta vez de forma cruel para algunos. Ese dinero que se ha esfumado habría sido muy rentable socialmente, invertido en empresas que crearan empleo.