´Con Twitter puedes derribar a un gobierno, pero no construir uno nuevo´
El foro europeísta Paneuropa Juventud, presidido por Carlos Uriarte, trajo a Madrid la pasada semana al periodista turco Kerim Balci para una cena coloquio sobre la UE y Turquía. Kerim Balci es el editor jefe de Turkish Review y ha sido columnista de los diarios Zaman y Today´s Zaman, que han sido tomados por el gobierno turco por sus críticas publicaciones. Ángel Satué, colaborador de este diario y director del think tank Sociedad Global, lo entrevista para Páginas Digital.
¿Siente que el reciente acuerdo entre Erdogan y los líderes europeos reunidos en el marco del Consejo Europeo (que no es lo mismo que una decisión adoptada por el propio Consejo) esconde para Turquía las reformas democráticas al menos para una década?
El acuerdo entre Bruselas y el régimen de Erdogan sobre el retorno de refugiados ilegales a Turquía es problemático por diversas razones. Es problemático porque la Unión Europea (UE), al menos lo que hemos podido ver hasta ahora, era una unión basada en valores, no en intereses. Pero el acuerdo actual es completamente contrario a los valores de la UE e incluso, cuando nos referimos a los intereses, el acuerdo no es del todo favorable a la Unión. No va a funcionar. Los refugiados son, simplemente, imparables. Europa debe darse cuenta de esto e intentar encontrar soluciones que conviertan el reto en una oportunidad.
Se pueden decir infinidad de cosas sobre los aspectos problemáticos del acuerdo, pero la cuestión real es sobre cómo se está entorpeciendo el proceso de reformas en Turquía. Este es un asunto con el que yo, personalmente, debo bregar.
El acuerdo ha enseñado al gobierno turco dos desafortunadas lecciones. Europa puede apoyar un régimen de corte autoritario en Ankara, siempre que este régimen haga lo que los líderes europeos quieran que haga; (2) Ankara puede obligar a la UE a la apertura y el cierre de los capítulos en negociación (entre ambas) no sólo mediante el cumplimiento de las normas del acervo comunitario exigido por la UE, sino también chantajeando a la Unión Europea.
Ambas lecciones sugieren que el régimen de Ankara ya no considera a Europa como un ´club de valores universales” y que no va a considerar más el proceso de adhesión a la UE como la locomotora de las reformas para la democratización de Turquía. Las perspectivas de adhesión han contribuido a que Turquía superase entre 2002 y 2009 gran parte de la resistencia interna frente a la democratización del país. Europa ya no es un punto de referencia de calidad para la democracia turca.
El hecho de que los líderes europeos están manteniendo silencio sobre la militarización excesiva de las actividades antiterroristas de Turquía contra los kurdos y el uso de las leyes antiterroristas contra grupos de oposición inocentes, en particular aquellos con atractivo mediático, es inaceptable. Europa puede estar enfrentándose a un desafío existencial a partir del flujo de refugiados, pero cualquier solución anti-democrática que apoye la UE es ya de por sí un suicidio para Europa. Un millón de refugiados en las puertas de Europa puede ser una situación difícil de tratar; pero una dictadura turca a las puertas de Europa, con un acuerdo de exención de visado para el territorio de la UE, será un reto mucho mayor para el alma de Europa.
¿Qué se puede hacer para resolver el problema de los refugiados?
En primer lugar, debemos ponernos de acuerdo sobre lo que queremos decir cuando decimos “el problema de los refugiados”. Los refugiados no son un problema por sí mismos, sino que presentan los síntomas de un problema real en Siria. Y es básicamente un problema de dictadura y terror. A menos que resolvamos este problema, el problema de los refugiados perdurará por siempre. El acuerdo entre la UE y Ankara es como darle a un paciente enfermo de cáncer pastillas para el dolor. Como sabe, el uso excesivo de este tipo de pastillas también provoca colapsos renales…
Primero, Europa y Occidente deben concentrar sus esfuerzos en encontrar una solución estable en Siria. Desafortunadamente, los miembros de la OTAN no tienen una lista común de prioridades en Siria. EE.UU. quiere que sean los kurdos los que combatan. Erdogan quiere que sea el ejército turco el que entre en Siria, mientras también quiere deshacerse de los kurdos. Europa apoya ella sola la posición turca de que el PYD –los elementos kurdos en Siria– no es fiable. En cuanto a la instrucción y equipación a elementos árabes y turcomanos en el país, EE.UU. sugiere que el ISIS es el primer enemigo a combatir; Turquía (sin embargo) quiere derrocar primero a Assad.
Con tanto desacuerdo, no necesitamos malentendidos, y tenemos muchos. Mucha gente en Occidente cree la propaganda rusa de que el régimen turco está apoyando al ISIS o peor, al Frente al-Nusrah (NdA. organización terrorista asociada a Al Qaeda que opera en Siria y en Líbano). Muchos se quejan de que Turquía está haciendo contrabando con petróleo en Siria. Los turcos se quejan de que los americanos están dando armamento a los sirios kurdos. Y encima de todos estos problemas tenemos la involucración rusa.
El único progreso que podría darse sería que el ejército de Assad resolviera por sí solo el problema del ISIS y, a cambio de una amnistía general y de garantías internacionales para la celebración de unas elecciones justas y libres en tres años, se le concediera al régimen de Assad permanecer como gobierno interino.
Mientras tanto, Turquía debería poder acceder a concesiones en materia de reconstrucción de las ciudades sirias destruidas, así como que se garantizase que el estatus jurídico de kurdos y turcomanos no cambiará sin su consentimiento. Entonces podremos comenzar a mandar de vuelta a Siria a los refugiados. La UE debe estar preparada para gastar, no los 6.000 millones de euros sino cinco veces más en la reconstrucción de Siria.
Esto puede sonar a plan utópico, pero créame que es más plausible que tratar de parar la llegada de refugiados a través del irónico plan (NdA. de la UE). Si Europa se ha comprometido con Turquía a tener el mismo número de refugiados que sean aceptados de vuelta desde Grecia, créame que el régimen de Ankara es suficientemente inteligente para mandar millones de refugiados a Grecia, aceptarlos de vuelta, y forzar a la UE a aceptar millones de refugiados, esta vez legalmente.
En este sentido, después del cierre de canales de TV y redacciones de periódicos como Zaman, donde usted era columnista, ¿diría que Turquía está más cerca o más lejos de ser una democracia homologada a la de cualquiera de los 28 estados de la Unión Europea?
La UE no es ya mi estándar de calidad democrática. No compararé a ningún miembro de la UE con Turquía. El hecho de que las democracias húngara y polaca estén también sufriendo, no quiere decir que esto sea aceptable. La democracia griega no está en mejor estado que la turca. Estamos pasando por una crisis global de la democracia. Esto supone, y lo expresé conjuntamente con mi colega Joel Simon –presidente del Comité para la Protección de los Periodistas–, como “El ascenso de los Democratadores”. Simon los define como aquellos políticos democráticamente elegidos pero dictatorialmente represivos. Ahora nosotros vemos Democratadores no solamente en Turquía, sino también en todo el mundo. Puedo decir que hay una latinización de la política mundial. Debemos estar preocupados por ello.
Muchas personas me están preguntando si la democracia turca está en peligro. ¡No! Ya no está en peligro. Ya se ha muerto. Turquía ya no es un país democrático. El presidente turco es capaz de hablar acerca de la cancelación de la ciudadanía a los grupos de oposición cada día; el gobierno toma el control de más de una empresa privada bajo el pretexto de que los empresarios dieron beca para un estudiante que no vota al gobierno… Esto no es una democracia.
El régimen turco presenta una unificación de los poderes del estado en una sola mano, incluyendo los medios de comunicación. La banda de Erdogan, o si se prefiere la Erdogang, controla el ejecutivo, el legislativo y el judicial al mismo tiempo. Con la toma de control de Zaman Media Group, Erdogan tiene el control del 90 por ciento de todos los medios de comunicación escrita y transmitida. Sólo los medios de comunicación social están resistiendo y el régimen es bien conocido por su Twitter-fobia.
Lo doloroso es que, bajo el actual nivel de control de los canales de comunicación, no tenga sentido la existencia de la oposición (parlamentaria o extraparlamentaria) (NdA. por carecer de plataformas para emitir su mensaje). Con este nivel de desinformación, las elecciones no pueden ser justas. Pueden ser libres; pero no justas. Una mayoría de la opinión pública turca está siendo engañada por el presidente y su partido. Después de cada actividad terrorista los fiscales pasan una orden de silencio, para evitar que los medios de comunicación informen al respecto. La gente en general piensa que todo va bien en el país. Inevitablemente votan por el presidente.
¿Está empujando Erdogan el destino de Turquía hacia un neo-otomanismo acechando a Oriente Próximo para unificar el país en torno a su figura? ¿Qué será lo siguiente?
El presidente Erdogan es un demagogo hábil. Se las arregló para crear un culto a la personalidad en torno a él. Se está construyendo una imagen de ´líder del mundo musulmán, el salvador de los oprimidos y dispensador de la justicia en un mundo lleno de injusticias´. También utiliza sentimientos neo-otomanos; pero no se detiene ahí. De vez en cuando utiliza la retórica de un califato; en ocasiones la de un hombre sabio que todo el mundo necesita… En cualquier caso, tiene el 50 por ciento de apoyo por parte del público y parece que esa base está creciendo.
¿Qué es lo que sigue? Parece que con el apoyo de los diputados del MHP en el parlamento su partido puede lograr aprobar una enmienda constitucional que levantará la inmunidad de los diputados del partido kurdo y el país irá a elecciones anticipadas sin este partido. El MHP, el partido ultranacionalista turco, muy probablemente no entrará en el Parlamento en unas elecciones cercanas en el tiempo, y el Partido Justicia y Desarrollo de Erdogan tendrá más de 400 diputados en el parlamento. Eso les dará un mandato suficiente para cambiar la Constitución. En pocos meses, van a cambiar el sistema administrativo de Turquía por un ´sistema presidencial a estilo turco´ donde el presidente es un rey elegido.
Eso va a molestar al ejército turco y a los kurdos del país al mismo tiempo. No creo que estos elementos puedan permanecer en silencio en esta etapa. Podemos ver una guerra civil y una intervención militar; o una intervención militar directa y una guerra civil sólo después… Ambos son escenarios catastróficos. En cuanto a Erdogan y su banda, no veo ningún otro lugar que la cárcel para ellos. Pero hasta entonces, los medios de comunicación de oposición tendrán que permanecer en el exilio y el pueblo turco tendrá que sufrir unos cuantos años más. ¿Quién se arrepentirá? Todos, pero ante todo la UE va a arrepentirse de hacer la vista gorda con los problemas actuales de Turquía.
¿Desean las élites y la ciudadanía turca a unirse al sistema de valores de la Unión Europea de estado de derecho, derechos humanos, pluralidad, libertad religiosa, laicismo?
Recientemente se han realizado encuestas públicas en Turquía afirmando que el pueblo turco está perdiendo su fe en la adhesión a la UE. Sin embargo, por las razones ya mencionadas, el pueblo turco no está suficientemente informado (sino mal informado) sobre la UE. Y el hecho de que en el pasado Sarkozy-Merkel cometieran el error de apartar a los turcos del proceso de adhesión ha contribuido a la falta de voluntad por parte de los turcos.
Pero si le preguntas a la gente sólo sobre los valores, sin mencionar el proceso de adhesión, el 95 por ciento de la población turca es favorable a estos valores. Podemos tener una comprensión diferente de la laicidad, pero incluso una mayor parte de la población religiosa cree que sólo bajo condiciones democráticas seculares reales pueden prosperar las religiones. Mi movimiento, por ejemplo, el Movimiento Hizmet como se le conoce en Turquía (o Movimiento Gülen), cree en la separación de iglesia y estado, no porque creamos en el laicismo, sino porque creemos que cualquier mezcla de la religión en los asuntos del Estado corrompe a ambos. Así que, en general, el apoyo a los valores occidentales es todavía alto en Turquía. Pero el pueblo turco no está dispuesto a hacer concesiones por alcanzar estos estándares occidentales. Cuando preguntas a los turcos si les gustaría ser un miembro de la UE hoy en día, la mayoría dice que sí. Sin embargo, el proceso abierto “sine die” que no llega a garantizar la pertenencia a la UE no está encontrando tanto apoyo.
Desde su punto de vista, ¿es posible una democracia europea, sociológica y en su mayoría islámica, sin la protección del ejército en Turquía?
Una vez más, Europa ya no es el punto de referencia de calidad (NdA. de valores democráticos). Tendremos que mejorar la democracia europea actual en su nueva versión, con mecanismos para evitar que los demagogos secuestren nuestras democracias, con mecanismos que respondan a las expectativas de nuestras sociedades. En cuanto a mi parte del mundo, la democracia tiene que integrar viejas dinámicas sociales de las sociedades árabe y kurda, como el sistema tribal, los mecanismos de resolución de crisis de la cultura tribal tradicional, la veneración de los ancianos en una sociedad, el valor atribuido al honor tribal o colectivo, y así sucesivamente.
Sí, podemos establecer una democracia trabajando mano a mano con la sociedad islámica en Turquía. Para hacer lo mismo en Siria e Iraq tendremos que trabajar pensando en otra generación, pero la situación en Turquía sigue siendo mucho más prometedora. Tenemos una fuerte sociedad civil en Turquía y entre los kurdos.
Mi difunto padre solía decirme que nuestra democracia nunca sería perfecta porque nunca luchamos por ella. Es cierto, nuestra democracia multipartidista se nos dio en el marco de la Doctrina Truman y el Plan Marshall. Pero ahora estamos luchando por nuestra democracia. Ya no necesitamos al ejército para ser la salvaguardia de nuestro régimen democrático laico.
¿Diría que la oposición necesita un poco de ayuda de la sociedad europea? Hoy en día, ¿qué tipo de espacios libres tiene la sociedad civil en Turquía? ¿Todavía queda alguna flor de la primavera árabe?
No voy a ser ingenuo y decir “no, vamos a cuidar de nuestro propio problema”. No podemos hacer eso. Decenas de periodistas de la oposición ya están fuera de Turquía. Cientos de ellos seguirán su camino en los próximos dos años. Nuestros pasaportes probablemente serán cancelados por el gobierno turco. A través de la presión política y chantaje del régimen turco pedirán nuestra extradición. Algunos de nosotros tendremos que solicitar asilo. Estoy seguro de que otras figuras de la oposición también seguirán (NdA. este camino). Si Erdogan logra cambiar el sistema por uno presidencial, preveo un éxodo de los kurdos, los liberales, los armenios, los intelectuales de izquierda y activistas de Hizmet de Turquía. Vamos a necesitar nuevas casas, nuevos trabajos, nuevas oficinas con el fin de establecer los medios de comunicación en el exilio y continuar en nuestra lucha por la democracia turca. Es cierto que hay cosas que la UE puede hacer. Y créame, Europa se arrepentirá a largo plazo si no tiende la mano hoy.
En cuanto a la primavera árabe; puedo decir que la propia primavera árabe carecía de una dimensión crucial. Lo que le faltaba era la energía constructiva. Tenía una energía destructiva inmensa. Por lo tanto, los jóvenes egipcios fueron capaces de destruir el viejo régimen de Mubarak, pero no tenían un plan para el día después de la revolución. Puedes derribar a un gobierno con Twitter, pero no se puede construir uno nuevo con él.
No tenemos esta energía destructiva en Turquía, pero tenemos una energía constructiva mucho más fuerte. Y creo que la ayuda de Europa será más crucial y más necesaria en esa etapa constructiva. Después de Erdogan, Turquía necesita una gran coalición de las fracciones ideológicas, étnicas y religiosas de la sociedad para deshacer los daños que este régimen ha causado en el tejido social. Vamos a necesitar una mayor participación europea.
En resumen, yo hago una llamada a los líderes europeos: ¡No creo que Turquía sea un caso perdido y ahora tienes que tratar con un “Democratador”! No vamos a permitir que Turquía se convierta en una dictadura de Oriente Medio. En lugar de cooperar con el autoritario presente de Turquía, colaboren con el futuro democrático del país.