Al Azhar por la convivencia islamo-cristiana y contra el terrorismo del Isis
Reafirmar el camino “del medio” del islam, contra los extremismos terroristas; afirmar una fraternidad común entre cristianos y musulmanes, y miembros de otras religiones; difundir las enseñanzas justas de la yihad para corregir el lavado de cerebro que sufren muchos de los jóvenes que combaten por el Isis. Son algunos de los temas abordados en la conferencia internacional contra terrorismo celebrada en El Cairo la semana pasada y organizada por la universidad más prestigiosa del mundo islámico, la de Al Azhar, toda una autoridad del mundo suní.
En el encuentro han participado al menos 600 personalidades musulmanas y cristianas de casi 120 países. También han acudido patriarcas de Oriente Medio y altos representantes. El patriarca copto ortodoxo, Teodoro II, hizo las veces de copresidente junto a Ahmed al-Tayeb, gran imán de Al Azhar.
La conferencia pretendía ante todo condenar el terrorismo y el fundamentalismo que se ejercen en nombre del islam, sin presentar el verdadero rostro de esta religión. A los artífices de esta violencia se les conoce como “kafr”, apóstatas, pero también como “khawareg”, extremistas violentos que han traicionado al islam. En el comunicado final se puede leer: “Aterrorizar a los pacíficos, matar a los inocentes, asaltar propiedades y santuarios son crímenes contra la humanidad que el islam condena totalmente”.
El comunicado subraya también que los cristianos y miembros de otras religiones de Oriente Medio son hermanos y ciudadanos como los musulmanes, responsables de la misma tierra. Puesto que han vivido juntos durante muchos siglos, se pide a los cristianos que no emigren ni dejen su tierra. Hay también una fuerte condena contra las ejecuciones y la violencia: “Atacar a los cristianos y a los fieles de otras religiones como signo de una (falsa) devoción es desobedecer a la correcta enseñanza del islam”.
Al Azhar exhorta a potenciar la educación y la comunicación en las mezquitas y en los centros culturales para que se corrijan los desequilibrios que han “lavado el cerebro” de tantos jóvenes en la yihad y en el servicio al califato. La yihad –recuerdan– solo la pueden declarar los gobiernos; el califato –como en tiempos de Mahoma– debía traer justicia, paz y protección para todos los ciudadanos, sin discriminación por motivos de religión, raza, color, etc.
Destacan la importancia de que los académicos, imanes y autoridades enseñen a los jóvenes el “islam real”, es decir, el islam “moderado”, la vía del medio (wasaty), sin falsas interpretaciones del Corán ni de los hadiz. Al Azhar pide también que en el mundo occidental y en sus medios de comunicación no se hagan coincidir las acciones de los terroristas con el islam sin más.
En la declaración final, se incluye una condena a las agresiones que tienen lugar en Israel contra los lugares santos –empezando por la mezquita de Al Aqsa– y contra las personas cristianas y musulmanas, pidiendo a la comunidad internacional que condene con claridad estos ataques y lleve a los agresores ante los tribunales internacionales. Al Azhar ha prometido que pronto publicará un documento contra el terrorismo y el fundamentalismo para enviar al mundo un mensaje claro sobre qué es verdaderamente el islam.
* Director de la Oficina de prensa de la Iglesia católica en Egipto