¿Y si el PP se abstiene?
Desde la noche electoral, Sánchez se presenta como el ganador de las elecciones, como el que marca los tiempos. El PP recuerda una y otra vez que es Feijóo el más votado. Sánchez ha rechazado reunirse con el líder de los populares hasta que no se constituyan las Cortes. Sánchez ha dado por supuesto que cuenta con el apoyo de una mayoría suficiente y que se trata simplemente de convertir esa mayoría en mayoría política.
Sánchez puede hablar así de seguro porque los independentistas catalanes y vascos no pueden forzar nuevas elecciones. Perderían una oportunidad de oro. Sánchez pactará sí o sí con Junts.
Feijóo debe presentarse a la investidura y ser derrotado. Una vez derrotado, podría considerar la posibilidad de regalarle la abstención a Sánchez para dejar claro que lo más importante para el PP es el futuro de España. Y luego volver a convertirse en imprescindible en los próximos presupuestos. De este modo el PP ganaría capital político, se haría eco de lo que quiere la mayoría de la sociedad española.
El capital político está en la sociedad civil. Es la tesis de Víctor Pérez-Díaz. En el fondo, el país está funcionando sobre la base del sentido común de la gente corriente, que es la que está moviendo la economía con su trabajo bien hecho allí donde le toca. Según el sociólogo, ese es el potencial que hay para construir espacios de convivencia, de razonamiento y de experimentación. En lugar de hacer una cosa definitivamente, porque crees que sabes mucho, reconoces que no sabes gran cosa y experimentas. Y, si te equivocas, rectificas.
La política española juega demasiado al corto plazo. Y ahora, como en cualquier circunstancia, el reto es reconocer cómo el resultado puede ser una oportunidad. Lo interesante del momento es que nos obliga a preguntarnos qué ha pasado. Sin preguntarnos qué ha pasado cunde la desmoralización tanto en la izquierda como en la derecha. Sin hacernos preguntas, aceptamos soluciones demasiado simplistas, aceptamos críticamente lo que dicen los partidos. ¿Por qué hay gente que se siente representada por Vox o por Sumar? ¿Por qué hay quien confía en Sánchez? ¿Por qué hay quien desconfía de Feijóo? España funciona no gracias al tacticismo de los políticos sino a pesar del tacticismo de los políticos. España sale adelante porque la diferencia ideológica no es la última palabra, ni la penúltima, ni la antepenúltima. ¿Y si el PP se abstiene para ponerlo de manifiesto?
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