VOX, EL NUEVO PARTIDO (I)
Al acabar la conversación con Alejo VidaL Quadras me quedé con dos ideas sobre el pasado inmediato y las posibilidades futuras de la derecha española. Son las siguientes: la derecha recuperó el poder político porque, entre otras cosas, el Partido Popular consiguió atraer a sus filas a una persona de finísima inteligencia y de hondo sentimiento liberal como Vidal Quadras; la derecha perderá el poder político, entre otras cosas, si un físico nuclear imbuido de la filosofía de Karl Popper, lo cual es el caso de Vidal Quadras, deja de creer en el proyecto del Partido Popular (p. 227, “Conversaciones sobre la derecha”, Plaza y Janés, 1997, Tom Burns Marañón).
Este extracto pertenece a uno de los más brillantes libros de entrevistas, que retrata el alma del centro derecha español, incluidos los nacionalistas, desde el final de la dictadura hasta la victoria del Partido Popular en 1996.
La derecha en España es plural, pues es conservadora, liberal y democristiana, e incluso, social cristiana, en una compleja mixtura y fusión de sustratos, las más de las veces conviviendo dentro de los propios individuos. Y es que así es España de compleja. Tres cuartos en la izquierda.
En particular, el capítulo dedicado a Vidal Quadras, que es uno de los impulsores del nuevo proyecto de centro derecha y liberal VOX, es un relato fresco cuya lectura es aconsejable para cualquier interesado por la política. Más para aproximarnos a lo que siempre pensó y ahora impulsa desde VOX.
En el fondo venía a decir que tantas sensibilidades de la derecha pueden convivir en el partido porque no existe un cuerpo doctrinal claramente establecido, de modo que cada elección se configura en cada programa electoral y después, de gobierno. Este tipo de partidos se llaman en inglés “catch- all party” (o partidos “cógelo todo”, pensando en llegar a un amplio espectro ideológico). Lo mismo sucede con el PSOE donde hay liberales, socialistas, socialdemócratas e incluso, social cristianos.
Es evidente que a todas las familias de la derecha española dentro del PP les une un punto muy concreto: España como Estado nacional y nación, donde todos los españoles somos ciudadanos libres e iguales, tanto en derechos y obligaciones, conviviendo en un territorio delimitado. La lucha contra el terrorismo de ETA sin cesiones de ningún tipo, negociaciones o dimes y diretes es una mera consecuencia de esto. Esto último, para muchos, ha dejado de estar claro en el mejor de los casos, y la componenda parece que existe. Cataluña se sube a las barbas, pues se siente fuerte, o nos ve débiles. Si no hay fortaleza, no se hace ver esta fortaleza y llegado el momento, no se demuestra esta fortaleza, VOX simplemente estará llamado a quedarse como una nueva fuerza política con representación parlamentaria, y europea y el talento huirá del PP, como ha sucedido con Vidal, a raudales. En el próximo capítulo: ¿La unidad es un bien en política?