Sin Banco Central, agonía larga

Pero lo más probable esque se prolongue una situación agónica en la que se encarezca aún más el créditosin que la amenaza de un defaultprovoque decisiones relevantes por parte de Europa. La nacionalización deBankia, la reforma del sistema financiero y las nuevas exigencias deprovisiones han llegado tarde. La espiral de movimientos especulativos en elmercado ya no se detendrá ante ninguna medida que se tome en el corto plazo.
Las previsiones de un déficitpor encima del 6 por ciento en 2012 y en 2013, y de una tasa de paro del 25 porciento justifican lo que se denomina tomas de posiciones en corto, o lo que eslo mismo, la ganancia de mucho dinero apostando a la baja. Por eso la soluciónsólo puede ser política. O lo que es lo mismo, del Banco Central Europeo.
España necesita tiempopara poner en orden sus cuentas, para que las reformas no ahoguen elcrecimiento. Y para realizar esa tarea son necesarios al menos tres años. Sinuna mínima tranquilidad no es posible llevarla a cabo. Rajoy tiene una cartaque jugar, sin España no hay futuro para la moneda única. Ese simple razonamientopuede y debe ser utilizado para intentar vencer la resistencia de Merkel, quees la de todos los alemanes, a un aumento de la inflación por la bajada detipos y a la compra de deuda. España no tiene el peso de Francia, pero tienepeso. Es el momento de usarlo.