Reinas de la vida
Ha vuelto a ocurrir. Una noticia de alguien cercano y muy querido ha hecho que mi interior sea sacudido fuertemente. Cuando se ama , todo lo que acontece al prójimo redunda en uno mismo, en esa simbiosis que los une.
Una vez más el misterio del ´¿por qué a mí?´, una vez más , el sentimiento de que todo se hunde, que se entra en la oscuridad sin esperanza de ver la luz. Y una vez más, hay que aguardar a que el polvo del derrumbamiento nos deje vislumbrar la claridad y la tierra firme, donde volver a levantarse y reconstruir lo desplomado.
Hace unos días, una queridísima amiga acudía al ginecólogo, para realizar su control de la 16 semana de embarazo en la que se encontraba. Allí recibía una noticia, que daría un vuelco a su vida y también a los que están cercanos a ella. Su bebé, presentaba una anomalía en la formación. Diagnóstico : ´anencefalia´; en lenguaje coloquial, podríamos decir, que el hueso del cráneo no se ha formado. Esta malformación es incompatible con la vida extrauterina. O sea, el embarazo puede llegar a su término, pero al nacer, el bebé solo tendrá unas horas de vida. Eso es lo que dicen los médicos, luego …
¿Y quién encaja bien una noticia de esta índole? Imagino que debe ser una de esas puñaladas, que atraviesa el corazón de una madre. La paralización total de todo el ser, por el golpe asestado. Unos segundos eternos, para ser consciente de que se sigue en el mundo real, y empezar a escuchar las primeras palabras de aliento, de soporte, de ayuda para levantarse.
Pero una vez más, las primeras palabras que se oyen , son las de seguir destruyendo y asolando. Llegan de la boca de la primera persona que descubre lo que ocurre dentro del vientre materno. El profesional que un día hizo un juramento proclamando que : ´Si puedo salvar una vida, lo haré… Por sobre todas las cosas, no debo jugar a ser Dios´.
´Ya sabes que estás en uno de los supuestos legales para abortar´.. .fue el consejo dado , a lo que mi querida amiga respondió : ´Eso es innegociable´. Y en esa sentencia proclamada por la madre de la criatura, vuelve a repetirse el ´Fiat´ , que la Madre de Dios ,entregó al ángel Gabriel. ´No acabo de entenderlo, no sé como sucederá, ni lo que ocurrirá, pero sí; acepto´.
Y yo no puedo más que emocionarme ante estos ´sí quiero´ que tantas madres valientes saben ofrecer. ´Sí quiero tener a mi bebé, sí quiero amarlo durante todos los segundos que su corazón seguirá latiendo, sí quiero entregarle toda mi ternura, cariño y amor, sí quiero prometerle que voy a cuidarlo hasta su último aliento por breve que sea…´
Leía hace tiempo un libro de Tatiana Góricheva, titulado : ´La fuerza de la locura cristiana´ donde descubre a estos ´locos y necios´ (hablando de los cristianos) en medio de las masas, de esta sociedad consumista y materialista, hombres y mujeres que tienen el coraje de vivir al margen de la sociedad. Locura de la que ella decidió contagiarse. Porque es real, lo que la fe mueve capacitándonos para afrontar , vivir y proclamar, lo que es locura y escándalo, para un mundo idólatra y hedonista, al que no le importa destruir, todo aquello que no cumple con los cánones que han establecido. Hoy más que nunca, puede llamarse a esta sociedad en la que estamos inmersos, la de los sepulcros blanqueados. Belleza exterior, ocultando podedumbre interior.
Me decía la abuela del bebé : ´ Me he dado cuenta de que las personas sin fe, al comunicarles la noticia, parece que me están dando el pésame – «cuanto lo siento, hoy hay medios para no tenerlo, que pena…»- y todas aquellas que viven de fe, todo lo contrario, siempre una palabra de aliento, de esperanza, de ilusión, de confianza´... No se necesitan muchos razonamientos para distinguir la luz de la oscuridad.
´¿Y lo vas a tener?´ es la gran pregunta que inquieta a los que ni siquiera se molestarán en seguir interesándose por el embarazo de la amiga, ni mucho menos por su estado emocional. Ni se les pasa por la cabeza, ofrecerse para cualquier ayuda.
Pues yo, les voy a responder . La destrucción de una vida ´que no gusta o molesta´ se ofrece solo a personas cobardes y egoístas . A las valientes y heroicas de verdad, que también manifiestan su miedo y pavor, tal vez mucho más de las que se rinden, se les brinda seguir adelante. La diferencia de las que aceptan una u otra opción, estriba en que unas capitulan y las otras deciden ir a a la batalla a luchar. Es una contienda en defensa del amor. Y yo, ante estas heroínas, doblo mi rodilla reconociéndolas como reinas de la vida.
¿Queréis algunos testimonios reales de lo que digo? Pinchar en estos enlaces y los veréis.
Testimonio de Heather y Patrick Walker
Testimonio de Myah Walker
Testiminio de Robbyn y Josh Blick