¿Quién vota a Obama?

El presidente de los Estados Unidos no pierde el apoyo del electorado católico que, según un nuevo sondeo de Gallup, no ha sufrido casi ningún cambio. Obispos y sacerdotes definieron la nueva política sobre la cobertura sanitaria de los anticonceptivos para la mujer como «una inútil intrusión del gobierno interno de los institutos religiosos». Los católicos estadounidenses representan el 25% del electorado estadounidense, el grupo de "swing voters" más importante de la política nacional del país.
En las últimas décadas su voto ha ido, a menudo, para el candidato que habría ganado las elecciones. Según lo que escribe Edoardo Ferrazzani en L'Occidente, «de hecho, la administración Obama atrasó la aplicación de la "executive order" para después de las próximas elecciones. Una suerte de ocultamiento que podría no funcionar como pretenden. El daño ya está hecho, y esta flecha, que más parece un dardo "mágico" para los republicanos, ha sido arrojada para la conquista de la Casa Blanca. En el C-Pac de la semana pasada, en donde hubo decenas de invitados, fueron muy pocos los que no dejaron de atacar a Obama por su guerra anti-religiosa».
Pero si antes de que explotara la polémica sobre los anticonceptivos, la preferencia de los electores católicos por Obama representaba el 49%, la semana pasada era del 46%. Una diferencia mínima, considerando el mal momento que vivió la relación entre Obama y la Iglesia.
Según Gallup, el papel de los católicos en las elecciones presidenciales estadounidenses es muy importante, pues forman un grupo de electores "swing" que puede cambiar de opinión más fácilmente que otros grupos. Si se continúa una política hostil hacia los católicos, podría tener graves consecuencias a nivel electoral.