Nínive. Tras la persecución vuelve la fe
En el marco del ciclo de proyecciones denominado “Caminos”, a cargo de Raffaella Di Noia y Roberto Fontolan, se ha emitido en el Meeting de Rímini el reportaje de 56 minutos “Nínive”, del periodista Fernando de Haro. Un documental que se rodó cuando el Daesh (o autodenominado estado islámico) controlaba la ciudad.
No lejos de aquellos lugares volvían a recrudecerse los combates. En la presentación, De Haro recordó que en 2016 la Secretaría de Estado de EE.UU. y el Parlamento europeo reconocieron el carácter de genocidio de lo que estaba sucediendo con los cristianos, desde la entrada del Daesh en la llanura de Nínive. En cambio, la ONU no lo reconoció porque “los cristianos tenían la posibilidad de elegir convertirse al islam”.
Desde las ciudades de Qaraqosh, Teleskof y Batnaya huyeron 120.000 cristianos. “Hoy está teniendo lugar un milagro: el 25% de los desplazados están volviendo”. Lo que vemos en este film son imágenes angustiosas. Una ciudad fantasma, casas en ruinas, iglesias profanadas, monasterios abandonados, saqueados y quemados. El relato de los protagonistas, gente común, personalidades políticas y religiosas, describe las atrocidades sufridas, el chantaje de conversiones forzosas o el pago de jizya (el impuesto islámico) a cambio de la vida, y el testimonio heroico de los que han querido mantenerse fieles a Cristo.
“Desde que estuve con ellos, mi vida ha cambiado. Es impresionante ver en sus testimonios que el cristianismo es una presencia que te hace compañía”, afirma De Haro. Durante la persecución, mucha gente se preguntaba: “¿dónde está Dios?, ¿qué está pasando?, ¿por qué a nosotros?”. En los campos de refugiados, los cristianos podían celebrar la misa. En la antigua ciudad de Nínive hay cristianos desde finales del siglo I. Para ellos es esencial poder volver a su tierra. “Pueden llevarse las piedras, pero la fe siempre renace”, afirma al final del reportaje Basha Mati Warda, obispo de los caldeos.