Los desafíos de la Iglesia en el año de la fe

Las primeras preguntas eranobligadas ante los últimos acontecimientos. En medio del ruido mediático que haenvuelto a la Santa Sede en los últimos meses, de toda una avalancha denoticias que acaban saturando y desinformando, es conveniente pararse para caer en la cuenta de algo que puededarse por supuesto: ¿qué es un Papa?, ¿cuál es su valor para un cristiano? Monseñor Carrasco fue el encargado deresponder: para entender lo que es un Papa hay que remontarse a los orígenes, aPedro; el Papa es el sucesor de Pedro:‘Tú eres Pedro, y sobre esta piedraedificaré mi Iglesia’ (Mt.16,18). Su labor es de servicio y de guía en lafe entendida como camino, ‘imposible sin una gracia especial’.
Respecto al nuevo Papa, JoséLuis Restán se enfrentó a preguntassobre cómo es y qué podemos esperar de él. La premisa para dar la vuelta a todos los tópicos en los que se sueleincurrir está en no perder la perspectiva histórica, en ‘distinguir las vocesde los ecos’. Frente a todos los tópicos, una mirada a la historia reciente delos Papas muestra que ‘la novedad es continua en la vida de la Iglesia’; frentea las imágenes que la presentan como el arquetipo de lo previsible, ‘lahistoria de la Iglesia es una sucesión de estilos diferentes’. Y desde suprimera alocución al pueblo de Roma, ‘Francisco nos sorprende con gestosnovedosos’.
También hubo tiempo paraanalizar el legado de Benedicto XVI. Siendo harto difícil intentar resumir cuál es el legado del PapaRatzinger, quizá lo más reseñable haya sido el proponer, en palabras de JoséLuis Restán, a ‘la fe como amiga de larazón’. Bendicto fue consciente dela tragedia de Europa, que no es ya su descreimiento, sino, más aún,‘convencerse de que Dios es el enemigo del hombre y su felicidad’; quizá hayasido ‘el primer Papa, desde tiempos del emperador Constantino, que sabe quecuando habla lo hace ante un mundo queya no es cristiano’. Siguiendo esta línea, Don Alfonso Carrasco ha recordado aBenedicto como ‘un maestro, en el que presentar la armonía entre la razón y lafe ha sido seguramente lo más importante’. Fruto de esta armonía es la pasión por la figura de Jesucristo, otro delos aspectos fundamentales de Ratzinger. Siguiendo las preocupaciones delConcilio Vaticano II, el Papa quiso presentar a Jesús como ‘imprescindible parala vida. Si Jesús fue sólo un maestro o un pedagogo, al final se le recuerdacon cariño y poco más. Llega un momento en el que sobra.’
Por último, Manuel Oriol planteó una cuestión que a vecespasa desapercibida pero que antes o después estalla en todos los católicos:‘¿cómo se conectan los grandes problemas de la Iglesia con nuestros problemasparticulares?’. José Luis Restán respondió de una forma tajante, siendo larespuesta a la vez una pregunta para todos los asistentes: ‘el problema es si Jesús es imprescindible en nuestra vida’. Apartir de ahí, se puede hacer cercana la relación con Benedicto XVI o concualquier sucesor de Pedro.
Monseñor Carrasco, mientrashablaba de que ‘las cosas no suceden sin nosotros’, citó una de las frases más conocidas yverdaderas de Guardini, que sirvió casi para cerrar la mesa redonda: ‘En elhorizonte de un gran amor todo se convierte en acontecimiento’. En un granamor, la vida encuentra sentido.