James Brown: el maestro
La música de James Brown entroncaba así con la acidez del jazz y reivindicaba el poder negro que por aquellos años expresaba una parte del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.
Brown seguía creciendo musicalmente junto a otros artistas. Así, con varios trabajó con ritmos y sonoridad, especialmente en el primero de los cuatro compases, el One, con el que extrajo mayor jugo al funky. Se entronizó con Sex Machina, que fue nº1 en 1970, The Payback, álbum de multiplatino en 1974, My Thang, Gravity, Papa don't take no mess, Body Heat, entre otros.
Criarse sin madre (le abandono de pequeño) y en la compañía de una tía que regentaba un prostíbulo tendría sus consecuencias en cómo Brown se relacionaba consigo mismo y con los demás: ingresó joven en la cárcel y consumió drogas y alcohol hasta el final de sus días. Con todo, las dotes de este músico autodidacta han inspirado a artistas como los Rolling Stones, Michael Jackson o Prince y se expresan en ritmos actuales que encandilan a adolescentes de todo el mundo, pensando que son fruto de la novedad de sus cantantes preferidos. "Pobriños", como dirían con retranca mis amigos gallegos.