El escándalo ya tiene nombres
El fútbol español vive desde hace dos meses en una tensión que se percibe con todos los sentidos. La corrupción comienza a ser más concreta que nunca.
Como entrante, el caso del Racing-Hércules de la última jornada de la liga Adelante y la persona de Abraham Paz, sobre la cual parecen recaer, dos posibles partidos amañados: Sabadell-Hércules y Huesca-Sabadell.
¿Qué ha sucedido para que esto sea posible?
Primero. La presencia de Javier Tebas al frente de la liga. Una de sus grandes inquietudes es acabar con el gran problema, por poco espacio que abarque, que supone el amaño de partidos. Él y muchos saben que esto existe y se ha marcado como reto personal mirarlo a la cara para así poder eliminarlo.
Segundo. El Mundo y Marca han decidido dar la importancia que merece la existencia de partidos amañados.
El Mundo pilló a Tebas desprevenido dando a conocer los datos del Racing-Hércules, teniendo este partido cuatro puntos en una escala de cinco como hipótesis de amaño, es decir, solo faltaban los nombres propios que realizaron el delito. Digno de volver a ser visto el partido, por cierto.
El caso “Abraham Paz” vive de momento en incertidumbre. La LFP no lo ha negado pero lo sabido son supuestas conversaciones entre Quique Hernández, entrenador del Hércules y Lluis Carreras, ex-entrenador del Sabadell.
Estamos pues ante un problema que ha existido y existe del que los medios por razones desconocidas no han preferido hablar pero que la liga, personada en su presidente Tebas, trabaja en silencio ahora más que nunca para erradicar este hecho. La liga además, se ha asociado con una de las casas de apuestas más importantes para poder colaborar y estar al tanto de cualquier apuesta sospechosa.
El escándalo de los amaños empieza a ponerse interesante: vemos nombres y apellidos encerrados en el misterio de la duda entre quien es o no culpable. Todo está entre la liga y la justicia. El imperio se tambalea. Tebas comenzó hablando en abstracto de los amaños, hoy se ha dado un paso.