A Mariano Rajoy
No tema ser usted su voz, Sr. Rajoy. ¿No es el aborto el exponente de la mayor cobardía, hipocresía y cinismo? No sé qué pasa que quienes más deben defender la vida defienden la muerte. Dicen que grandes multinacionales pagan a políticos abortistas. Me alegro de que haya en España un partido fuerte que no recibe ni un céntimo por corruptelas de ese tipo. Pero yo le pido a usted más, Sr. Rajoy: que incluya tajantemente en la defensa de la vida a los niños más pequeños, ésos que se encuentran en fase embrionaria o fetal, por la que todos hemos pasado.
Mi voto y el de muchos españoles va condicionado a la defensa de la vida, tan doloridos como estamos por la desprotección jurídica en que quiere dejar el Ministerio de Igualdad del PSOE a los no nacidos hasta cumplir cuatro o cinco meses de vida intrauterina. Yo creo que las madres no deben ir a la cárcel; pero porque ninguna se vea abocada al aborto, porque haya ayudas estatales y una buena educación para las adolescentes. Yo creo que el Estado debe ser responsable en lugar de rebajar la responsabilidad de delincuentes e incluso anularla desde el punto de vista procesal, como si en el aborto no se tratara de personas libres.