A los amigos periodistas, después de Eurovisión

Amigos periodistas, os hablo de Eurovisión. Abro la aplicación de noticias rusa y la de euronews y me encuentro la misma foto con sendos titulares: en ruso (del periódico Komsomolskaya Pravda [La Verdad del Komsomol]): “Ciudadanos de más de 50 países exigen la revisión del total de votos de Eurovisión”. (El contenido de la noticia es imaginable, dejando muy clarito, eso sí, que la iniciativa NO ha partido de Rusia). Euronews: Jamala llega a Ucrania mientras su triunfo se considera un éxito político sobre Rusia.
En fin, está claro que una de esas partes en las que se está desarrollando la tercera guerra mundial son los medios de comunicación. Y, a mi parecer, estos son el arma más poderosa. Porque las bombas matan, pero la ´opinión pública´ corrompe el corazón, haciendo que odiemos al otro aunque no le conozcamos, incluso por una cosa tan ´banal´ como un concurso musical.
No es que se me hayan acabado las reservas de vodka de casa. Es que siento la urgencia de compartirlo con alguien. Se me ponen los pelos de punta cuando al leer las noticias se percibe, camuflado entre el sutil estribillo de ´saquemos la verdad a la luz´, solo el odio de unos contra otros: el odio de Rusia a Ucrania, el odio de Europa a Rusia, etc…
Después veo lo que está pasando entre los cristianos que frecuento, la comunión inaudita y los milagros de unidad entre rusos, ucranianos, europeos, católicos, ortodoxos y protestantes, que son fruto de una cosa sola: la fidelidad al propio deseo de felicidad y la mirada puesta en Cristo, capaz de vencer todas las heridas, incluso las que provoca el odio de la ´opinión pública´. Y sé que aún hay esperanza. Que esta es la única esperanza.
Solo puedo desearos que seáis siempre fieles a ella, para que, en vuestras manos, las armas de la prensa no las cargue el diablo, sino el Señor de la paz.