La biología y el asombro de estar vivo
La idea inicial se fraguó en torno a la expresión italiana Essere viventi, que significa a la vez «seres vivos» -el objeto de estudio de la biología- y «estar vivos» -hacer la experiencia de estar en la vida, de participar de ella. O, si se quiere, y usando una cita encontrada por casualidad en un libro de ciencia ficción por una de la personas del equipo de trabajo, caer en la cuenta de hasta qué punto “el mero hecho de estar vivo es, en sí mismo, una maravilla. Si no se entiende eso, ¿cómo puede uno estar en condiciones de hallar verdades más profundas?”. De este modo, conectamos de lleno con el lema de Encuentro Madrid 2024, extraído de una frase de Takashi Nagai que hace referencia a la positividad radical de la vida después de haber padecido el horror de la bomba de Nagasaki: “estoy vivo aún y creo que la trama de la vida es preciosa”.
El punto de partida es el genuino interés del ser humano por los “otros” vivientes, atestiguado por las pinturas rupestres. Ahí se toca, a la vez que la exigencia de belleza y de significado que son propias de nuestra naturaleza, el atractivo que tienen para nosotros los animales, precisamente por ser a la vez tan distintos -porque somos incapaces de imaginar cómo pueda ser “su” mundo- y tan semejantes -porque comparten con nosotros el hecho de estar vivos. A continuación se propone un recorrido con cuatro partes: «un proceso de incesante autoconstrucción», sobre la química de la vida y su base molecular, que va asociada a un fenómeno semiótico, de información que se copia y que transmite su significado mediante un código; organismo y mundo, sobre ecología e interdependencia, para dejar claro que la vida no puede darse sin relación; vida en evolución , sobre la portentosa historia de la vida en la Tierra; y la vida maravillosa, cuyo contenido preferimos no desvelar para invitar al lector a visitar la exposición.
Así, a lo largo del recorrido se revisa con una aproximación divulgativa el estado actual del conocimiento en relación a aspectos tan distintos como la unidad y diversidad de la vida (en palabras de Darwin, la “infinidad de formas cada vez más bellas y asombrosas”); el enigma de la explosión de biodiversidad que tuvo lugar en el Cámbrico, hace más de 500 millones de años, un hecho sin precedentes que no ha vuelto a repetirse desde entonces; el funcionamiento de los relativamente pocos genes que actúan como arquitectos -pero no como constructores- de nuestros cuerpos; la epigenética y el papel del ambiente no solo seleccionando sino también dando forma al resultado finalmente observable de las instrucciones contenidas en los genomas; o la contingencia histórica y su relación con la libertad creativa que distingue a la evolución biológica de la evolución cósmica de estrellas y planetas.
Terminamos nuestro viaje reconociendo que los progresos de la biología no han hecho sino potenciar el asombro que debieron experimentar nuestros antepasados paleolíticos que dejaron su impronta en las paredes de sus refugios. En efecto: los avances de la actual biología, inimaginables hace unas pocas décadas, nos ayudan a comprender, como termina diciendo la exposición, cuán profundo es el misterio de la vida y asombrosa la “construcción” total de la que, en tanto que vivientes dotados de autoconciencia, somos a la vez sujetos y testigos.
Información del acto
Fecha: viernes 25 de octubre (presentación de la exposición)
Hora: 18:30 h
Lugar: Sala Cope (Mirador de Cuatro Vientos)
Descarga aquí Programa-encuentromadrid24-web el programa completo del Encuentro Madrid
Lee también: El genoma no es suficiente para saber quiénes somos
Sigue en X los artículos más destacados de la semana de Páginas Digital!
¡Recuerda suscribirte al boletín de Páginas Digital!