Un sueño de verano constitucional

Veía una candidatura para las próximas elecciones llamada “Regeneración” liderada por Luis Garicano. A ella se habían sumado el PP, lo que quedaba de Cs, un sector grande del PSOE crítico con Sánchez e incluso alguna incorporación a título personal de algún diputado de Vox y Más País. El partido de Abascal no se había sumado por el carácter proeuropeo de la candidatura de unidad mientras que el partido liderado por Iñigo Errejón miraba con sospecha el apoyo total de “Regeneración” a la Monarquía. Obviamente Yolanda Díaz veía una competencia en la nueva coalición a la que calificaba de «derecha reaccionaria».

Distintas personalidades de prestigio se sumaban a ellas como Nicolás Redondo Terreros, Andrés Trapiello, Javier Cercas así como de la sociedad civil.

“Es ineludible replantearse el gasto público y mejorar la FP”

En primer lugar, entre las medidas que proponía muchas de ellas estaban encaminadas a disminuir el gasto público superfluo: reducción de algunas competencias que se encontraban duplicadas entre administraciones, reducción del número de asesores, eliminación de las televisiones públicas de las comunidades autónomas, reducción a un solo canal de la TVE, redimensionamiento de la Universidad Pública, congelación de las pensiones a las clases más pudientes… Se acababa también el privilegio del concierto vasco. Entre sus líneas rojas se encontraba no incrementar el déficit y la deuda pública y ajustarse a las políticas económicas de la Unión Europea.

En educación se proponía renovar y mejorar la FP implicando a las empresas en su desarrollo y se proponía un cambio de nombre pues el antiguo podría presentar connotaciones negativas.

Respecto a la inmigración se aventuraban por la creación de corredores humanitarios y se apostaba por el desarrollo de los países de origen de los inmigrantes. A los inmigrantes irregulares se les proponía regular su situación a cambio de hacer una especie de servicio social sustitutorio (parecido a lo que hacían los objetores de la antigua mili) con todas las garantías legales para evitar situaciones de abuso y como modo de facilitar su integración.

Por cierto, se recuperaba la antigua mili pero sólo de forma voluntaria pensando en los Ni-Ni.

En la sanidad se apostaba por un modelo donde las autonomías mantenían las competencias a nivel de centros de atención primaria mientras que el Estado llevaría la gestión de los grandes hospitales. Desde el Ministerio de Sanidad se coordinaría la gestión de los centros de atención primaria para que cualquier ciudadano pueda ser atendido en cualquier parte del territorio nacional con todas las garantías.

“Es necesaria una reflexión serena sobre temas como el aborto o la soledad. Es necesario acompañar a las personas y superar una mentalidad individualista”

Sobre el aborto se apostaba por cuidar el acompañamiento de mujeres en riesgo de sufrirlo incluidas ayudas económicas. El acompañamiento se buscaba que fuera en primer lugar por los propios familiares que estarían ayudados por personal experto y preparado. También se buscaba cómo desde la sociedad civil se podía acompañar a las personas en situaciones de soledad.

Además proponían un modelo de elección del GCPJ por los propios jueces en donde el gobierno solo imponía unos requisitos mínimos de idoneidad de los candidatos y de duración de los mandatos. Se acabó lo de los jueces conservadores y progresistas…

En las encuestas del CIS de Tezanos apenas sacaba un 20 % de intención de voto pero en estudios más serios como el de GAD3 se estimaba en una horquilla de 45-50 % de votos.

Rápidamente el presidente Sánchez alertaba del riesgo que volviera la derecha franquista al poder, a pesar de que muchos de sus integrantes eran socialistas que llevaban más años en el partido que el propio presidente.

¿Qué decían los independentistas sobre el proyecto?… ¡Papá! ¡Quiero ir al baño! El grito del más pequeño de mis hijos me despertó de un sueño de una noche de verano.

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