´No habrá acuerdo árabe mientras siga habiendo presencia yihadista´
El mariscal Haftar dejó Moscú sin firmar el documento de siete puntos aunque sí lo había firmado Serraj. Según ciertas fuentes, Haftar se habría marchado a los Emiratos Árabes. ¿Para qué? ¿Y por qué no aceptó la propuesta de Putin y Erdogan? Hablamos con Wael Farouq, profesor de árabe en la American University de El Cairo y de Ciencias Islámicas en la facultad copto-católica de la capital egipcia.
¿Por qué cree que Haftar se ha ido de Moscú sin firmar? ¿Cree que puede haber volado a los Emiratos y a otros países árabes para valorar la propuesta y contar con su apoyo?
Seguro que sí. Creo que Haftar se ha dado cuenta de lo que está pasando en Siria.
¿En qué sentido?
La intervención rusa no ha llevado la paz a ese país, que sigue aún dividido y con un gobierno que solo controla una pequeña parte del territorio. El papel de Moscú sirve esencialmente a los intereses de Putin en Oriente Medio. Por eso, no creo que ningún acuerdo pueda ser bueno para los países árabes mientras no ponga el acento en la eliminación de los yihadistas del Isis que se han trasladado a Libia. Es una cuestión importante que el acuerdo de Moscú no contemplaba. Los periódicos árabes destacan justo este aspecto, que representa su mayor preocupación. Hay miles de yihadistas en Libia fuera de control. La experiencia histórica nos ha enseñado que estos libran una guerra por nosotros y luego contra nosotros. Sin eliminarlos totalmente, nunca se aceptará ningún acuerdo en el mundo árabe.
¿Y qué se dice en el mundo árabe de Erdogan, que se ha movido más bien a favor de estas milicias?
Erdogan también mira por sus intereses. En el escenario geopolítico de Oriente Medio actúan varios poderes regionales, como Turquía, Irán, Arabia Saudí y Egipto. Cada país tiene sus propios intereses. Los movimientos de Erdogan no van en dirección a la paz, su objetivo es conquistar las fuentes de energía del Mediterráneo. Y también tiene otro motivo.
¿Cuál?
Erdogan necesita encontrar un lugar al que poder mandar a los miles de militantes islámicos que desde Siria llegan ahora a Turquía. Tiene el problema de sacarlos. Naturalmente, también quiere gas, que sigue siendo un gran interés estratégico.
La conferencia de Berlín de este fin de semana, ¿logrará establecer un nuevo orden?
Libia es una bomba muy potente que puede estallar en cualquier momento. Y si estalla, desde luego que no serán Rusia ni Turquía los que paguen las consecuencias, sino los países vecinos, como Egipto, Chipre o Italia. Estos tres países deberían llegar a un acuerdo para actuar juntos e imponer una iniciativa común ante la situación libia.