Los disparates de Qatar
Criticó a la Corte Penal Internacional (CPI) por pedir la detención del presidente sudanés Omar Hassan al Bachir, quien fue condenado por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Según la ONU, la guerra civil en la provincia sudanesa de Darfur dejó 300.000 muertos y provocó 2,7 millones de desplazados. Chávez conversó con al Bachir y lo invitó a Caracas. Venezuela suscribió el Estatuto de Roma que permitió el nacimiento de la CPI y las autoridades tendrían que detenerlo. Chávez le aseguró que tal cosa no ocurriría. La iniciativa representa un reto al derecho internacional. Si el líder africano visita el país y no lo apresan, Venezuela se colocaría al margen de la legalidad mundial. Venezuela abrió el año pasado una embajada en Jartum y espera que ese país haga lo propio "para fortalecer la amistad y solidaridad entre ambas naciones". La profesora Angelina Jaffe asegura que la acción de Chávez tiene dos lecturas: una provocación para captar la atención mundial y la de adelantarse al temor de que la CPI, en el futuro emita una orden similar en su contra. Chávez instó a la CPI a ordenar la captura del presidente y primer ministro de Israel y de George Bush, como responsables de genocidio en Gaza. También se reunió con sus homólogos de Líbano, Siria y Libia para fortalecer los lazos de amistad, "tomando como base la gran empatía existente y la necesidad de enfrentar conjuntamente el imperialismo norteamericano". Con los miembros de OPEP habló sobre los precios del petróleo y la necesidad de reducir la producción "hasta alcanzar un precio justo". Anunció que sus escalas en Irán y China le permitirán continuar sus esfuerzos por establecer vínculos económicos y diplomáticos "para confrontar a EE.UU.". Del presidente Obama dijo que era "un pobre ignorante" y le ofreció recibir en Venezuela a los terroristas detenidos en Guantánamo.
Lo expresado por Chávez contrarió a participantes que le han brindado apoyo. Sus opiniones sobre la CPI fueron recibidas con evidente desagrado por Lula, en razón de que Brasil fue exitoso en los esfuerzos de Itamarati para que un brasileño formara parte del novísimo Tribunal. La señora Kirchner abandonó la reunión cuando Chávez despotricaba contra Israel. Sus agresiones a EE.UU. las comentó la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien dijo que su Gobierno no responderá a los calificativos infantiles que le endilgó Chávez a Obama. "Tenemos muchos problemas con Chávez y la manera como está maltratando al pueblo venezolano". "La democracia es más que realizar elecciones", expresó en referencia al argumento de Chávez cuando se cuestionan sus credenciales democráticas. Sobre el socialismo siglo XXI dijo que eran políticas fracasadas del pasado y espera que Chávez "cambie su comportamiento para beneficio de Venezuela, de sus vecinos y de todo el hemisferio". Los comentarios de Clinton han sido los más críticos contra Chávez desde que tomó posesión Barak Obama.
La actuación de Chávez en Qatar ha tenido duro rechazo en los medios internacionales y venezolanos, para quienes las alarmas se encienden, pues perciben que la grave crisis económica es manejada por un presidente desfasado en el tiempo, ególatra y cuya motivación es imponer un régimen de fuerza, apoyado por los militares.