La duquesa
El film se entronca con los habituales biopics cortesanos que tienen mucho de culebrón, y que reflejan en mayor o menor medida los usos y costumbres de una aristocracia decadente. A pesar del tono algo feminista de la clásica etiqueta "Mujer adelantada a su época", lo cierto es que el film denuncia las consecuencias de un matrimonio de intereses y de la antigua convicción de que es mejor tener un hijo que una hija. Y lo hace a veces con escenas duras e impactantes.
Una interpretación excelente de Keira Knightley nos muestra a una mujer llena de coraje que vela por los hijos propios y ajenos, y que trata de sobrevivir en un mundo que pide mucho de ella y le ofrece poco. Su antagonista y marido está encarnado por un contenido Ralph Fiennes, un hombre que se humaniza ligeramente a lo largo del film. A pesar de los peajes modernistas que paga la película y de que tiende a hacer aceptable el adulterio como compensación a una vida matrimonial desdichada, estamos ante una entretenida y notable cinta de sabor histórico.