Los frutos de la visita de Felipe González a Venezuela
Felipe González forma parte de un prestigioso grupo de opinión integrado por los más respetados jefes de gobierno en España e Iberoamérica y como tal expresó su parecer en una rueda de prensa que ofreció en Madrid, al regresar de su último viaje a Venezuela. En su criterio Venezuela representa la expresión más triste, el espectáculo del país más arruinado de Latinoamérica, no obstante haber recibido ingresos petroleros superiores a los obtenidos por toda la región. La inflación es la más alta del mundo, el desempleo en la rama médica ha llevado a 8.000 médicos a buscar trabajo en el exterior.
Felipe González suponía que tendría oportunidad de hablar con Maduro, tal como se lo había prometido el embajador venezolano en Madrid. Tampoco le permitieron visitar a Leopoldo López y demás presos políticos, lo cual se considera un grave error pues España tendrá un papel estelar en la próxima Cumbre de Iberoamérica y España, que presidirá Mariano Rajoy en su carácter de jefe de gobierno del país que hospeda a los invitados. El presidente español tomó nota del desaire y se dispuso a promover en la Cumbre un documento mediante el cual se denunciaba como despótico el régimen venezolano. Se exigía fijar la fecha de las elecciones y garantizar que se hicieran con pulcritud, a objeto de elegir a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional prevista constitucionalmente.
Felipe González viajó a Bogotá en un avión militar colombiano, lo que produjo una protesta de Maduro porque “ponía al descubierto la verdadera naturaleza de la gira de González”, lo que dio lugar a un comunicado de la Casa de Nariño expresando la gratitud de Colombia por la valiosa cooperación que González daba a la lucha del gobierno de Colombia contra el narcotráfico y el terrorismo.
Mientras tanto, Jorge Giordani, ministro de Planificación y Economía durante los gobiernos de Chávez y Maduro y artífice de la política económica del régimen, produjo un escándalo afirmando que es un grave error político el hecho de que el gobierno esconda los indicadores económicos, lo cual constituye una violación de la Ley del Banco Central que obliga a la publicación de tales indicadores mensualmente. Afirmó que la economía venezolana constituye una bomba de relojería y es urgente, indispensable, poner orden con prontitud y acierto. Una verdadera carga explosiva en las frágiles bases de la economía venezolana. Maduro ha cumplido con el deber constitucional de fijar el salario mínimo, pero la cesta alimentaria lo triplica o cuadriplica.