`No tenemos inconveniente en facilitar los conciertos educativos`
Ciudadanos, según las encuestas, va a obtener entre un 6% y un 11% de los votos en las elecciones andaluzas. Su candidato explica sus propuestas.
Usted es bastante nuevo en esto de la política, ¿no?
Bueno, llevo ocho años en cargo público en un ayuntamiento. Efectivamente, el paso ahora a la política a nivel andaluz es totalmente reciente, con motivo de la decisión de Ciudadanos de participar en las elecciones autonómicas andaluzas. Se plantearon unas primarias en las que presenté mi candidatura, y los afiliados y militantes de Ciudadanos me eligieron para representarlos. Y aquí estamos desde hace 15-20 días, haciendo un recorrido por toda Andalucía para intentar llegar a todas las agrupaciones, ya que Ciudadanos ha crecido muchísimo y se ha consolidado como proyecto en las ocho provincias andaluzas, y eso supone ahora un esfuerzo importante, y más en campaña, donde ya prácticamente todos los minutos cuentan, pero creo que afortunadamente estamos llevando el mensaje, los argumentos y las propuestas que planteamos de una forma muy nítida, y está siendo muy bien recibido por la inmensa mayoría de los ciudadanos andaluces.
Aunque Ciudadanos goza de bastante simpatía por lo que se ve en las encuestas, en realidad es una formación poco conocida y, aparte de la insistencia de Albert Rivera de oponerse al nacionalismo, el programa de Ciudadanos es poco conocido. Le pregunto por algunas cuestiones muy concretas que tienen que ver con la política andaluza. Por ejemplo, política educativa. Andalucía es una de las comunidades autónomas donde menos conciertos hay, donde se mira con más sospecha la libertad de educación, donde tener un concierto es una agonía. ¿Ustedes, suponiendo que llegasen a un acuerdo de gobierno, o que llegasen a gobernar, qué políticas de conciertos tendrían, qué política educativa? ¿Estarían más cerca del PSOE, que en Andalucía casi persigue a los conciertos, o estarían más cerca de otros gobiernos que son favorables a los conciertos educativos?
Nosotros defendemos una educación pública gratuita de calidad, como no puede ser de otra manera. Pero creemos que no es incompatible la educación concertada con la pública. En ese sentido, sí damos una cobertura a este sistema, porque además es una realidad. No podemos obviar a los miles de niños andaluces que hoy están en la educación concertada, y no tenemos ningún inconveniente en facilitar y habilitar este tipo de políticas educativas, pero siempre y cuando esté garantizado lo que comentaba al principio, como no puede ser de otra manera. Lo que planteamos es un pacto nacional real por la educación, donde todas las fuerzas políticas a nivel nacional, no solo autonómico, seamos capaces de sentarnos.
Pero ese pacto nacional no va a llegar de momento.
¿Usted cree? Vamos a seguir intentándolo.
Usted llega antes a la presidencia de la Junta que el pacto de educación.
Creo que es un error, porque ya está bien de cambiar, en apenas veinte años, 13 veces de leyes de educación. Creo que eso no nos lleva a ningún sitio, y la prueba evidente la tenemos en Andalucía, con más de un 40% de fracaso escolar.
Ciudadanos se reivindica como un partido laico. ¿Eso significa que está más cerca del PSOE o de Podemos en reivindicar el laicismo, o está más cerca de quien redactó la Constitución del 78 y dice que debe haber una colaboración con la Iglesia y otras realidades?
Lo hemos manifestado muchas veces. Efectivamente, Ciudadanos en sus estatutos dice lo que usted acaba de decir. Pero con la Iglesia yo creo que hasta ahora, en las relaciones que hemos mantenido, de hecho en Barcelona hace unos días hubo una reunión porque había cierta confusión en el sentido de que parecía que Ciudadanos había dicho que iba a denunciar el concordato con la Santa Sede o algo parecido, en esta reunión quedó claro que nosotros hemos planteado una revisión de esos acuerdos con la Santa Sede en algunos temas muy concretos, porque evidentemente hay, por ejemplo, muchos edificios que antes se dedicaban al culto y hoy no, y se podría replantear el pago del IBI adaptado a la nueva situación. Pero nuestras relaciones con la Iglesia creo que son bastante fluidas, bastante buenas, estamos en una línea de diálogo, de conversación. Admitimos, y creo que todo el mundo lo debe reconocer, que aunque defendemos un Estado aconfesional somos muy respetuosos.
En el lío que tenemos en la mezquita-catedral de Córdoba, ¿usted está más cerca de la Junta, que prácticamente quiere quitarle la gestión a la Iglesia, o del Ayuntamiento, que es más respetuoso?
Yo estoy más cercano del Ayuntamiento. Pienso que esa es la decisión más acertada y en este sentido me posiciono más del lado del Ayuntamiento que de la Junta de Andalucía. Creo que ese es un edificio, en este caso patrimonio histórico-cultural de la ciudad de Córdoba y de la humanidad, y que debe estar en las manos en las que está.
En caso de que le llamen a la puerta el 23 de marzo, puesto que aquí es evidente que tiene que haber un gobierno de coalición, salvo que el PSOE quiera entregarse en manos de Podemos, ¿usted de qué lado se pone, del PSOE o del PP?
En este caso, de la lista más votada. Si es Susana Díaz o Juan Manuel Moreno, parece que todos los sondeos dicen que va a ser Susana Díaz, quien tendrá que abrir un espacio de diálogo y conversación con las distintas fuerzas políticas.
¿Y usted qué le pide a Susana Díaz el día 23 de marzo cuando le llame?
Nosotros en ese sentido nos hemos definido de una forma muy clara. No se trata de pactar con quién, sino para qué. Planteamos que no vayan corruptos en las listas políticas, por ejemplo, que los partidos seamos responsables civil y subsidiario de aquellos delitos de corrupción política que puedan tener nuestros representantes, que llevemos a cabo medidas reactivas y económicas que tengan en cuenta el incentivo a la contratación con medidas como las que proponemos para los autónomos, o para los parados de larga duración. Creemos que los dos principales problemas que hoy identifican los andaluces son el paro y la corrupción, y si no se actúa en esa línea nosotros no estaremos en la mesa para hablar de nada.