La fórmula James Taylor sigue convenciendo
Taylor enamoró ya a muchas parejas con sus baladas y las hizo bailar sin estridencias con rockanrroles y blues bastante controlados. El artista es un genio en llegar al mayor número de público: tiene una voz aterciopelada y modulada, con un buen control sobre ella que responde las pocas veces que la lanza en estampida.
En Covers reúne algunos temas antiguos, que acertadamente remoza con arreglos musicales medidos y muy profesionales; también interpreta temas contrastados, adaptados a su talento en una voz que domina en todo momento los tiempos musicales. Así, aparecen una conmovedora versión de Suzanne, de Leonard Cohen -de lo mejor del disco- y otra más con On Broadway.
Covers se puede oír agradablemente a cualquier hora y será una compañía ideal en los trayectos del coche; carece de temas extasiantes, pero consigue una satisfacción sosegada con gotas de emoción, ideales para aliviar momentáneamente a la humanidad malherida.