Zapatero se apunta a todo lo que sea distraer la atención
¿Por qué no toma nota de las reacciones de la ministra italiana de Educación, Mariastella Gelmini, que dice: "la presencia de crucifijos en las aulas no significa una adhesión al catolicismo, sino que representa nuestra tradición"? "La historia de Italia está llena de símbolos y si se eliminan se termina por eliminar parte de nosotros mismos".
O el ministro de Agricultura, Luca Zaia, que deploró el fallo y consideró que "la Corte ha decidido que los crucifijos ofenden la sensibilidad de los no cristianos. Quien ofende los sentimientos de los pueblos europeos nacidos del cristianismo es sin duda la Corte". ¡Que se avergüencen! Y por último el ex ministro de Cultura, Rocco Buttiglione, que dice: "considero que se trata de un fallo aborrecible. Los que vienen a vivir entre nosotros deben entender y aceptar esta cultura y esta historia".
Zapatero, en lugar de trabajar para sacar el país del paro, de la destrucción del sistema económico, del gran fracaso escolar, etc. quiere levantar otra cortina más de humo a lo que nos tiene acostumbrados, para que la gente olvide el drama que nos invade.
Se equivoca Zapatero, ya conocemos el final de la historia, ya ha ocurrido otras veces y siempre se les ha vuelto en contra. No hay nada nuevo bajo el sol, porque somos muchos más los que tenemos el símbolo de la cruz grabado en nuestros corazones.
Así que más vale que no siga, porque esta batalla la tiene perdida de antemano.