Zapatero ha cambiado la Constitución sin respaldo de la opinión pública
López no ha llenado todos los huecos que han dejado los diputados del PP, les venía mal. Bono habla de los límites que impone la Constitución al resto de las leyes. Parece querer sugerir el presidente del Congreso, después de tantas presiones, que si el Estatuto de Cataluña es inconstitucional hay que cambiarlo. Pero a Bono ya lo conocemos. Lo conocíamos antes de que montase el sainete de católico perseguido por la jerarquía por votar a favor del aborto, pero ahora lo conocemos mucho mejor. Cualquier cosa que diga no está, aunque pueda parecerlo, dictada por un pensamiento propio. Bono casi siempre finge e inmediatamente después se cree su fingimiento. Sus ataques de personaje siempre esconden alguna intención al servicio de su próximo proyecto o del poder al que en ese momento sirva. Lleva tiempo haciéndonos creer que el problema del aborto en España es que se ha quedado sin comulgar.
Zapatero en el Congreso recoge la pelota que le ha centrado El País este domingo. No habla de la vergonzosa actuación del Gobierno en el caso de Haidar, de las idas y venidas con la disposición adicional del anteproyecto de Ley de Economía Sostenible sobre los cierres de las páginas de internet, de si está o no en la agenda del Gobierno la supresión de los crucifijos. De todas estas cuestiones el Ejecutivo ha dado dos o tres versiones en los últimos cuatro días. Zapatero niega que sea necesario cambiar la Carta Magna. Responde a la encuesta del periódico de los polancos: el 80 por ciento de los españoles quiere cambiar la Constitución.
Zapatero, aunque ahora lo niegue, lleva cambiándola por el patio trasero desde que llegó a la Moncloa. Esta misma semana defendía en el Congreso que el Estatuto de Cataluña la defina como nación. ¿Respalda la opinión pública ese cambio? No. El 79 por ciento rechaza que Cataluña se defina como nación, según la encuesta de El País. Y casi la mitad de los entrevistados, el 48 por ciento, blindaría las competencias del Estado para que no haya más transferencias.
¿Y cómo valora la opinión pública el próximo cambio constitucional que se nos avecina? Ese cambio que va a suponer la nueva ley de libertad religiosa, que va a modificar por la vía de los hechos el artículo 16, que establece la cooperación con la Iglesia católica. No hay el más mínimo consenso. España está dividida en dos por la mitad. Un 51 por ciento rechaza que nuestra Constitución mencione expresamente a la Iglesia, un 49 por ciento no. Rechazo contundente para los cambios territoriales.
Moraleja: los cambios constitucionales de Zapatero se hacen contra la opinión mayoritaria o si consenso. El 31 aniversario de la Carta Magna le ha permito a El País evitar la portada con un dato decisivo de su encuesta: aumenta el desgaste de Zapatero. En este momento un 41,5 votaría a favor del PP y un 38,1 por ciento a favor del PSOE. 3,4 puntos de diferencia, según uno de los periódicos "amigos".