Zapatero declina, el zapaterismo no

Ante la negativa de Gómez a dimitir intentó quitarlo de en medio a través de un proceso electoral interno. Zapatero pensó que la presión del partido y el apoyo claro a Trinidad Jiménez bastarían para convencer a los militantes. Pero la mayoría de los socialistas madrileños ha decidido desobedecer la voluntad de Zapatero.
Lo que ha ocurrido en Madrid significa que en el PSOE hay gente dispuesta a hacerle frente a su actual líder. Lo de este domingo en Madrid es el síntoma claro de que Zapatero está desgastado, muy desgastado. Las encuestas de este fin de semana señalan que un 75 por ciento de españoles rechazan su gestión.
Pero el desgaste de Zapatero no significa que haya empezado el declive del zapaterismo. Tomás Gómez representa el zapaterismo sin Zapatero. Gómez es tan radical, tan estatalita, tan contrario al protagonismo social como Zapatero. Este fin de semana el declive de Zapatero se ha hecho más evidente. Pero aún no ha comenzado esa gran catarsis que necesita la izquierda española para dejar de lado sus viejos dogmas.