¿Vive Maduro?
Nicolás Maduro está viviendo los peores días de su mandato. En una reciente encuesta el 76% de los entrevistados evalúa negativamente la gestión de Maduro, y el 48% de los electores manifestó que si las elecciones fueran mañana votaría por los candidatos de la oposición a la Asamblea Nacional.
Posiblemente este dato explica que el gobierno se niegue a fijar el día de las elecciones no obstante la presión de la mayoría de los ciudadanos y de una significativa representación de la comunidad internacional.
Se dice que esto explica también las extrañas reuniones del presidente de la Asamblea Nacional, acompañado por la canciller Rodríguez, con Thomas Shannon, consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos. Los venezolanos se despidieron de la gobernante brasileña Dilma Rousseff y de inmediato viajaron a Haití, donde los esperaba Pamela White, embajadora norteamericana.
En los círculos diplomáticos de Caracas había desconcierto. ¿Se estaba negociando la salida de Nicolás Maduro? Lo apuntaban líderes de la oposición. Explicaría la presencia de Diosdado Cabello en tales eventos pero los mismos sectores de oposición opinaron que éste carecía de la habilidad necesaria para manejar un gobierno de transición, única posibilidad viable y aceptable en el país.
La Mesa de Unidad Democrática considera que todos esos rumores, algunos con sabor de vodevil, eran obra del grupo extremista del chavismo que alegaba tener confianza en las masas dispuestas a defender a cualquier precio las conquistas logradas, especialmente la expropiación de las fábricas y latifundios expropiados a los escuálidos. La MUD insistió en que la única salida posible, a la cual se había comprometido Venezuela en la reunión de Madrid, era la convocatoria de elecciones pulcras y limpias, para lo cual era indispensable la presencia de la OEA, la Unión Europea y UNASUR.
El Club de Madrid ha solicitado del nuevo secretario general de la OEA, Luis Almagro, que su primera tarea sea hacer que se cumpla la Carta Democrática Interamericana. El secretario general, según Felipe González uno de los integrantes más respetados del Club, debía convocar el Consejo Permanente para que adoptara las medidas necesarias para que se haga efectivo en Venezuela el sistema democrático que hoy es realidad en todos los pueblos.
Al inicio de la 45 Asamblea General de la OEA, Almagro abogó por defender la democracia y los derechos humanos, “por encima de tiendas políticas”, y se comprometió a escuchar tanto a los gobiernos como a la oposición de los Estados miembros. “Soy gobierno y oposición”, afirmó.