¿Verde o negro?

Muydesorientado recibía el Madrid el primer mazazo de la noche, y tocaba unaheroica, pero ésta nunca llegó. Con más corazón que criterio, con más ansiedadque sentido común, y con muchas lagunas en la creación de juego, el Madrid,buscó e intentó por todo los medios evitar perder una nueva batalla, esta vezen Sevilla.
Bien,pues ni Ozil, ni Benzema, ni Di María, ni Cristiano, ninguno, en la nocheprevia al domingo, el Madrid se convirtió en la generación ni-ni, ni juega ni gana.
Converde esperanza saltaron los madridistas al campo, pero más previsor fueMourinho que lucía polo negro en una noche oscura para el madridismo que vecomo su equipo en la cuarta jornada ya tiene que remontar ocho puntos alF.C.Barcelona. Nunca remontó ocho puntos al líder el Madrid así que "The onlyone" tiene un enorme reto por delante, que tampoco me sorprendería de lograrlo.
Contentopuede estar Mourinho, que gracias a Cristiano y su tristeza, ha tenidodistraído a los grandes medios con el verdadero problema que tiene a día de hoyel Madrid. La liga es muy larga y la épica a lo largo de su historia haacompañado al club blanco, además jugadores y calidad la hay de sobras, esdecir, esto tiene que acabar funcionando, esperemos mas pronto que tarde.
Despuésde varias semanas de competición, tan sólo cuarenta y cinco minutos han estadoa la altura de la institución que es el Real Madrid, aquellos que bien valieronuna supercopa de España, aquella que acabó de redondear el gran año en liga dela temporada pasada. ¿Dónde está ese Madrid? ¿Dónde está el hambre? ¿Dónde estála pegada? Parece que el año pasado se hizo ya lo que se tenía que hacer,ganarle la liga a Guardiola pero no señores, al Real Madrid se le debe exigirestar a la altura cada jornada.
Tampocome extrañaría nada, que todo lo comentado hasta ahora, se caiga al suelo, elmartes en el primer partido de Champions frente al City, donde la motivación esotra, y las ganas de la décima son ya infinitas. El himno de la Champions bienmerece ver la mejor versión de los blancos, y más si cabe jugando ante supúblico. Así sea.