Entrevista a Olivier Roy

´Una guerra más racial que religiosa´

Mundo · Lorenzo Cremonesi (Corriere della sera)
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 22
20 marzo 2019
“Los terroristas que han cometido la masacre en Nueva Zelanda son auténticos neonazis. La suya no es una guerra de religión, sino de raza. No se presentan como yihadistas cristianos contra los musulmanes. Todo lo contrario, son paganos blancos que se ven como paladines de la raza blanca y van a la caza de los negros. No se trata de un fenómeno social, no representan un movimiento, su base política es casi nula. Pero son muy peligrosos, bastarían veinte o treinta fanáticos como ellos, dispuestos a atacar en Estados Unidos, Europa o Australia, para crear problemas muy serios”. Con palabras del politólogo francés Olivier Roy, experto en radicalismo islámico, que recientemente ha publicado un libro sobre el estado de la identidad cristiana en Europa.

“Los terroristas que han cometido la masacre en Nueva Zelanda son auténticos neonazis. La suya no es una guerra de religión, sino de raza. No se presentan como yihadistas cristianos contra los musulmanes. Todo lo contrario, son paganos blancos que se ven como paladines de la raza blanca y van a la caza de los negros. No se trata de un fenómeno social, no representan un movimiento, su base política es casi nula. Pero son muy peligrosos, bastarían veinte o treinta fanáticos como ellos, dispuestos a atacar en Estados Unidos, Europa o Australia, para crear problemas muy serios”. Con palabras del politólogo francés Olivier Roy, experto en radicalismo islámico, que recientemente ha publicado un libro sobre el estado de la identidad cristiana en Europa. “Pero en este caso las categorías interpretativas son diferentes. Para entender el mensaje de los nuevos racistas paganos tenemos que remontarnos a los textos de Arthur de Gobineau y a los teóricos del racismo laico del XIX europeo, a los padres del antisemitismo nazi. Sin duda, un supremacista blanco muy cercano a su sensibilidad es Oswald Mosley, el fundador del fascismo británico”.

¿No le parece paradójico y extraño que, justo cuando el Isis está a punto de ser abatido en Siria y el terrorismo islámico parece aquietarse, estos terroristas blancos ataquen mezquitas en un lugar remoto y tranquilo?

Diría que no es extraño en absoluto. Hay que leer sus documentos para comprender que ellos se conciben como héroes mártires solitarios, vanguardia de una batalla en devenir. Como Ander Breivik, el terrorista de Oslo en 2011, o Timothy McVeigh, responsable de la matanza de Oklahoma City en 1995. Su gesto quiere ser una piedra en el estanque. Afirman que la democracia occidental no se sabe defender, que es cobarde ante la invasión migratoria. Son puros gestos demostrativos. Casan totalmente con la teoría de la “gran sustitución” del autor francés Renaud Camus: la Europa blanca está en peligro por el hecho de que está siendo sustituida por los inmigrantes. Junto a él, citan también a Jean Respail y su novela más famosa, “El campamento de los santos”. Aquí también predomina la idea de que el peligro de la migración radica en su carácter silencioso, progresivo, no violento. Si les dejamos, los inmigrantes harán suyas nuestras casas. El diferente siempre se ve como alguien hostil y astuto en su falsa quietud. A sus ojos, la masacre de las mezquitas desata las contradicciones, enciende los focos.

¿Pero por qué en Nueva Zelanda?

Porque siempre ha sido considerada como una región periférica. Es un lugar simbólico, una señal de alarma: si los de fuera llegan hasta aquí, estamos acabados.

¿Qué relación tienen con los nuevos populismos?

Los consideran moderados y decadentes, aliados que han perdido el rumbo. Por ejemplo, acusan a Marine Le Pen por haber bajado el tono y haber sido derrotada en las últimas elecciones presidenciales. Se consideran intérpretes de la pequeña burguesía blanca empobrecida, se quejan del feminismo y de la caída de la masculinidad. Quizás por un instante creyeron a los populistas, pero ya no. Dicen que no es el momento de ir a votar sino de cargar la ametralladora. Me recuerdan a los anarquistas nihilistas que mataban a reyes y príncipes como gestos demostrativos. Se creen instrumentos de un plan histórico superior.

¿Pueden captar adeptos?

No creo. Nuestras democracias son más fuertes, pero hay que controlarlos, vigilarlos y bloquearlos.

Noticias relacionadas

Un europeísta en el cielo de las 12 estrellas
Mundo · ÁNGEL SATUÉ
“Por separado tendremos menos oportunidades que unidos” y esta es la lección de 70 años de Unión Europea para el recientemente fallecido don José María Gil-Robles. Por este motivo vivió el Brexit como “un desgarro”, un desgarro, sin duda, del alma europea....
9 marzo 2023 | Me gusta 1
Paz para nuestro tiempo
Mundo · GONZALO MATEOS
Es compatible mantener la ayuda militar a Ucrania a la vez que se busca la paz. Un acertado Josep Borrell lo ha defendido en Nueva York. "Mucha gente habla de paz, pero la verdadera pregunta es de qué tipo de paz estamos hablando y cómo conseguirla"...
2 marzo 2023 | Me gusta 5
General de por vida
Mundo · Félix Hernández
El Santo Padre, como en otras ocasiones, en su viaje al Congo se ha reunido con un grupo de jesuitas. En ese encuentro el sucesor de San Pedro ha asegurado que el Padre General de la Compañía debe serlo “de por vida es para evitar cálculos electorales, las facciones, los chismes”. Vuelve a...
22 febrero 2023 | Me gusta 1
Generale a vita
Mundo · Félix Hernández
Il Santo Padre, come già avvenuto in altre occasioni, ha incontrato durante il suo viaggio in Congo una delegazione di gesuiti. In questo incontro, il successore di San Pietro ha assicurato che il Padre Generale della Compagnia deve essere “a vita, anche per evitare i calcoli elettorali, le...
22 febrero 2023 | Me gusta 0