Una botella en el mar de Gaza

España · Juan Orellana
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 0
3 octubre 2013
En la línea de otras películas que han tratado del conflicto palestino-israelí desde una perspectiva superadora, esta de Thierry Binisti es, sin duda alguna, una de las más importantes, tanto por su originalidad como por su mirada antropológica. En la línea de títulos independientes como Ajami, de Scandar Copti, Los limoneros, de Eran Riklis, Zona libre, de Amos Gitai, o Domicilio privado de Xaverio Costanzo, Una botella en el mar de Gaza es una magnífica muestra de una exquisita sensibilidad para rastrear lo humano donde otros sólo ven un problema político.

La película se basa en una novela epistolar de Valérie Zenatti, coguionista de la misma, que a su vez se inspira en hechos reales y experiencias autobiográficas. Tal es una adolescente parisina judía que vive desde hace unos años en Jerusalén con su familia. Tras ser testigo de un brutal atentado en el café Hillel, vive tratando de entender el porqué de tanto odio y violencia. Un día le pide a su hermano, militar, que tire al mar una botella, en la que ella ha escondido un mensaje: quiere contactar por email con algún palestino que le ayude a entender. Un día recibe respuesta en su bandeja de entrada. Es "Gazaman", un palestino de Gaza, con el que va a emprender una conmovedora relación "electrónica" que va a suponer un punto de esperanza real en medio del infierno.

Esta sinopsis puede dar a entender que se trata de una historia romántica. Pero, lejos de eso, es la historia de una relación que permite que aflore la condición humana común y compartida, por encima de los prejuicios de la guerra y del odio oficial. Las heridas que cada uno tiene, fruto de la injusticia radical del conflicto, van dejando emerger paulatinamente el grito de lo humano, el deseo profundo de fraternidad, de reconocer en el otro lo más noble que hay en uno mismo. Fruto de ese intercambio epistolar, Gazaman va tomando decisiones encaminadas a salir de ese infierno, decisiones que contarán con la incomprensión de los suyos y el apoyo de su madre.

La película, que es una producción franco-canadiense-israelí, está rodada y montada con mucha fuerza, domina la atención del espectador, y se sostiene perfectamente con la brillante interpretación de Agathe Bonitzer (Tal) y Mahmoud Shalaby (Gazaman).

Noticias relacionadas

La firmeza inquebrantable de la justicia
España · Juan A. Pérez Morala
Constata el Instructor que la malversación no requiere necesariamente del “enriquecimiento del autor”, sino que puede alcanzarse por otras circunstancias e intenciones....
5 julio 2024 | Me gusta 2
Cartas a la extrema derecha
España · Javier Folgado
Anda preocupado nuestro presidente ante el ascenso de la extrema derecha pero su estrategia parece contraproducente. Es necesario preguntarse el por qué de dicho crecimiento....
25 junio 2024 | Me gusta 6
Ecos del Rey Sol
España · Juan A. Pérez Morala
Se ha creado una crisis artificialmente con un país hermano, Argentina. Una crisis diseñada en su propio provecho y en doble clave, electoral, y de intimidación judicial. ...
30 mayo 2024 | Me gusta 2