¿Un Meeting ´pasota´? Nos interesa la persona

En un comentario publicado el 22 de agosto en el Corriere della Sera, Dario Di Vico señala que la reflexión del Meeting se ha centrado “en valores de largo recorrido pero no en la militancia de antaño”. Dice que parece un oasis, un lugar donde “no parece que el país esté atravesando uno de los momentos más complicados de su historia”. De manera implícita, plantea una pregunta decisiva: ¿qué contribución puede aportarse desde Rímini en un mundo en crisis?
¿Pero qué es lo que está realmente en crisis hoy? La persona. Por eso el Meeting no quiere ser un útero protector sino un estímulo para la construcción social.
¿Cómo puede encontrarse la persona a sí misma después de cualquier caída o dolor, cómo estar a la altura del cambio de época? No hay fórmulas ni algoritmos que valgan. Si prevalece un vacío, todo lo que se haga estará cargado de queja o rencor. Hay que encontrar testimonios personales –lo más seguido del Meeting– que muestren una positividad indómita y buscar su origen.
Hay que vivir en realidades sociales que ayuden a ver estos ejemplos y que eduquen en un espíritu crítico que no reduzca el deseo infinito del corazón. Esto pone en movimiento a la sociedad sin necesidad de gritar, hace amar el trabajo, que transforma la realidad para hacerla más acorde al hombre, permite no rendirse en el declive.
En la sociedad existen los otros, los que son diferentes, por etnia, religión, cultura, ideales. Podemos intentar anularlos, asustados por su diversidad, o percibirlos como un bien del que aprender, incluso cuando nos sean hostiles. El encuentro con judíos, musulmanes, veteranos del 68, políticos de varios partidos que tiene lugar en el Meeting es un pequeño ejemplo.
Se puede volver a empezar a construir una sociedad fundada sobre una sincera apertura al otro, sobre la subsidiariedad y el bien común, ofreciendo la propia contribución a un Estado basado en reglas compartidas y en una convivencia internacional donde prevalezca la cultura del encuentro.
¿Puede valer esta contribución frente a la crisis de la democracia? Para muchos, todo lo dicho parece demasiado poco, casi insignificante, respecto al alcance del desafío. Como lo pareció el intento de san Benito ante los desafíos no menores de su época, nos recordaba el papa Francisco en su mensaje al Meeting. Lo iremos viendo.