Un Madrid poco apetecible

La llegada de los Ancelotti, Isco, Illarramendi, Carvajal unido a los grandes nombres que formaban parte de la entidad, hacían pensar en un verdadero Real equipo. La pretemporada fue perfecta. Liderada por Isco, que vino primero para complementar a Ozil y finalmente para ser aquel por el que debe pasar todo el fútbol blanco. Marchó el centrocampista germano y se le quiso restar importancia al asunto.
Comenzó la temporada con el regreso de Diego López a la portería. Esto ya no es noticia. El nuevo Madrid de Ancelotti ya con Bale, viene cargado de exigencias. Ojo, creadas por el propio entrenador. El mismo que tiempo después comenzó a cambiar en rueda de prensa de idea futbolística. Y tuvo que regresar a un centro del campo defensivo como se vio en el derbi. Ancelotti, por encima de todo, es italiano y la influencia de ese fútbol siempre va a estar ahí.
En España además, aparece otro problema: todo lo que no sea jugar como España o el Barcelona ya no vale. Pero ni el Real Madrid es la selección ni el máximo rival. Aquí es donde reside la verdadera importancia de Ancelotti. Debe encontrar su propio estilo. Hasta ahora hemos visto a un Madrid que gana fácil en casa y con muchas dificultades consigue puntos fuera. Ofrece muchas dudas en defensa, lo que se agrava encajando goles en los primeros minutos.
Otro dato significativo, para aumentar la presión del escudo del mejor equipo del siglo XX, es que el Bernabéu todavía no se ha llenado. Ni Bale, ni el derbi frente al Atlético han sido razón suficiente para llenar el feudo blanco.
La situación no es fácil en medio de una competición que no da tregua, salva el papel las goleadas en Champions y los pinchazos de la Juventus en el grupo. Ahí sí parece superar rápidamente el primer escalón para asegurarse el no pasar apuros.
En liga todo lo contrario. Parece que, en cada jornada, tendrá que demostrar si está o no a la altura de disputar el título liguero a Atlético y Barcelona. Muchos frentes en la Castellana, mucho que mejorar para frenar y amansar la presión.