Trump y el mundo líquido
El pasado miércoles nos levantamos perplejos con la noticia de la victoria de Donald Trump. Desde ese momento se han sucedido en la prensa toda clase de artículos de lamentos o que intentan buscar una explicación. El sentimiento que reina es la incertidumbre. ¿Y ahora qué?
Antonio Lucas recordaba a Walt Whitman en El Mundo, aquel poeta que escribía: ´no dejes que termine el día sin haber crecido un poco, (…) no abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario´. Lucas compara la América de Whitman con la de Trump, ´casi nada de lo suyo se parece a lo nuestro. Como debe ser. Sin embargo mantiene vivo el fondo de su mensaje. La democracia. La libertad. Esa forma de entender al otro con tan respetable interrogación. Tal forma de creer en lo que se ve con ese brillo posible de querer o de amistad. Nadie nos había hablado así jamás´.
En una entrevista de Gonzalo Suárez (El Mundo) al sociólogo polaco Zymunt Bauman, el periodista explica que, ´en su nuevo ensayo, el polaco, de 91 años, engarza la crisis de refugiados con la idea capital de su obra: la modernidad líquida. Es decir, cómo los pilares sólidos que apuntalaban la identidad del individuo se han ido licuando hasta escupir una ciudadanía acongojada por la zozobra permanente y el miedo a quedarse atrás´. Lo que pasa -le dice Bauman en un momento de la entrevista- es que ´la antigua forma de hacer las cosas ya no funciona, pero aún no hemos encontrado la nueva forma de funcionar, (…) el verdadero debate es cómo llenar este vacío´. Por ejemplo, ´ahora tenemos acceso a más información que nunca. Al mismo tiempo los jóvenes actuales nunca se habían sentido más ignorantes sobre qué hacer, sobre cómo manejarse en la vida… ¡Todo es tan tembloroso ahora!´. Respecto a los refugiados dice: ´su aparición en masa nos hace conscientes de cuán frágil es la presunta seguridad de nuestras vidas´. Y más adelante: ´el político justifica su existencia (frente a los poderes globales) generando ansiedad, miedo´.
Volviendo a Estados Unidos, Marc Bassets decía en El País citando a la novelista Marilynne Robinson: ´cada cuatro años los americanos se informan a sí mismos sobre quiénes son y dónde están en el espectro de la tradición y la aspiración que normalmente enmarca nuestras políticas´. Y añadía él: ´esta elección es una radiografía del país: sus obsesiones y sus traumas, sus miedos y sus esperanzas´. Concluía Luz Sánchez Mellado su columna en El País así: ´igual, de ahora en adelante, habrá que ir y preguntar a la gente por qué vota lo que vota´.