Tres años del Maidán. La memoria sangra
Han pasado ya tres años desde las revueltas de protesta popular en Kiev, que llevaron a un nuevo gobierno, una nueva convivencia civil e incluso una guerra obstinada que hiere al país, aunque rehúye a las conciencias porque ya es casi imperceptible.
Las conmemoraciones del Maidán, tan intensas que todavía no se pueden calificar como “celebraciones”, se unen al rito fúnebre por las nuevas víctimas de la guerra, que precisamente estos días ha reactivado su violencia en la zona de Avdiivka. Las escaramuzas cotidianas, que acabaron convirtiéndose en rutina, han sufrido una escalada inesperada, hasta el punto de que las autoridades locales están preparadas para una evacuación total en caso de que los conflictos continúen.
Entre la memoria de los días de 2014, la aparente normalidad actual y el homenaje a las nuevas y jóvenes víctimas, señalamos un comentario publicado en redes: «En el frente, todos los días muere alguien, y así desde hace dos años. Todos los días entierran a alguien en silencio, no como en el Maidán sino en familia, sin fanfarrias. Y todo esto pasa sin que nosotros nos demos cuenta, sin que nos demos cuenta realmente de lo que eso significa. Tal vez ahora sí, después de recordar el Maidán, ahora podamos entender el precio de la paz que todavía disfrutamos en el resto de Ucrania».