The Visitor
The visitor bebe de grandes films contemporáneos como Crash, Babel o Vidas contadas, todas ellas historias de soledades en busca de redención. Películas que parten de la "diferencia" (sexual, racial, cultural, social…) para desarrollar lo que es común a todo hombre, el universal humano: la necesidad de ser salvados, de ser abrazados en un sentido positivo de la existencia.
La película es sutil, muy refinada y llena de detalles exquisitos; sin embargo, es quizá sutilmente un poco más ideológica que las citadas, ya que, en vez de centrarse exclusivamente en el plano existencial y dramático de los personajes, los utiliza para hacer una crítica a la política de seguridad americana tras el 11-S. La crítica es muy justa, y denuncia una realidad tan documentada como discutible, pero con ella la película corre el riesgo de dejar en un segundo plano la trama humana de un hombre que recupera los latidos de su aletargado corazón.