Spirit in the room: un Tom Jones distinto

Su profesión de fe la hizo en su anterior trabajo, Praise and blame, homenaje al gospel norteamericano que él cantaba deniño en la escuela de la localidad de Gales donde creció. Tras siete décadasarrastrando su estilo sexual en temas con los que ha vendido más de 100millones de discos, Jones decidió tocar otros palos más íntimos ydesembarazarse de su imagen y andanzas de ligón empedernido, con las que hamaltratado durante cinco décadas -suponemos- a su mujer, Linda.
Este vuelco en su carrera parece afirmar que los dos polosde la vida están estrechamente unidos, como no podía ser de otro modo, que noshacen ver las cosas con un talante primigenio al final de las horas. Spirit in the Room es el siguientecapítulo de esta "nueva vida", para el que se abastece de otro gran cañamazo musicaldel siglo XX: el blues. Así, acometeel Tower of Song de Leonard Cohen aritmo de country blues susurrante, con su voz en primer plano, que vaaumentando. Con un tono más folk interpreta IWant to, de Paul McCartney.
El que fuera nombrado Caballero británico hace unos años,mantiene esa voz impoluta a "base de beber mucha agua", afirma. Su tronío vocalse mantiene, cuando toca bajar la escala para instalarse en el lamento e intimismohasta convertirse en un bluesmanblanco del Delta del Misisipi.
La versatilidad y el amplio abanico de temas que se haseleccionado para este disco se completa con canciones como el Bad as Me de Tom Waits, del que absorbea la perfección su espíritu, con fuertes percusiones y con una forma de cantarentre alocada y traviesa. Sorprendente, por lo cambiada, es la recreación del Love and Blessings de Paul Simon al quele imprime una fuerte mezcla de blues y rock sureño.
Si Praise & Windnos presentaba un Tom Jones diferente al conocido durante todos estos años einclinado hacia su lado más íntimo y contundente a la vez, este nuevo trabajotodavía multiplica esa situación por medio de un disco redondo y lúcido conmomentos memorables, que pueden disfrutar también los que se escandalizan consorna de la "conversión" de Jones.